Tipos de sarna en perros
1. Sarna sarcóptica: causada por el ácaro Sarcoptes scabiei, es muy contagiosa, incluso para los humanos. Se caracteriza por provocar un picor intenso, enrojecimiento y formación de costras, especialmente en orejas, codos, abdomen y tórax.
2. Sarna demodécica (o demodicosis): provocada por el ácaro Demodex canis. Suele afectar principalmente a perros jóvenes o inmunosuprimidos. No es contagiosa para personas ni otros animales, y suele presentarse con áreas de pérdida de pelo, enrojecimiento y engrosamiento de la piel.

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3. Sarna otodéctica: también conocida como sarna del oído, es generada por el ácaro Otodectes cynotis. Los síntomas son picor intenso y secreción en el conducto auditivo. Es más común en gatos, pero puede afectar a perros.
Síntomas más frecuentes de la sarna
- Picazón intensa y constante
- Enrojecimiento e inflamación de la piel
- Pérdida de pelo focal o generalizada
- Presencia de costras, descamación o llagas
- Mal olor en la piel
- Inquietud y cambios de comportamiento

Ante estos signos, es fundamental acudir al veterinario, ya que un diagnóstico preciso es clave para instaurar el tratamiento adecuado.
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Tratamientos que sí funcionan
El abordaje terapéutico depende del tipo de sarna, pero existen opciones eficaces y seguras:
1. Tratamientos tópicos: incluyen baños medicados con productos acaricidas, lociones o pipetas específicas. Los champús con permetrina, amitraz o selamectina suelen recetarse para eliminar los ácaros.
Es crucial seguir las instrucciones y el tiempo de uso indicado por el veterinario.
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2. Medicación oral: actualmente existen comprimidos efectivos, como la ivermectina, milbemicina o afoxolaner, que eliminan los ácaros desde el interior del organismo.
Es importante destacar que no todos los perros toleran estos medicamentos, por lo que su aplicación debe ser supervisada por profesionales.
3. Tratamiento del entorno: en el caso de sarna sarcóptica, es indispensable desinfectar zonas donde el animal pasa tiempo, para evitar reinfecciones y transmisión a otros animales o personas.
4. Tratamientos complementarios: el manejo de infecciones secundarias (bacterianas o fúngicas) a menudo se realiza con antibióticos o antifúngicos en caso necesario.
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Los suplementos para fortalecer el sistema inmune y una nutrición balanceada también contribuyen a la recuperación.
La sarna en perros tiene solución, pero requiere constancia y supervisión veterinaria. Evitá automedicar a tu mascota, ya que algunos productos resultan tóxicos para ciertos perros y pueden agravar el problema.
Ante cualquier sospecha, consultá cuanto antes con un profesional para garantizar la salud y el bienestar de tu compañero de cuatro patas.
