Autoridades del IPS y de la empresa que construyó la planta procesadora de residuos del nuevo hospital Ingavi visitaron este lunes los estudios de ABC Cardinal 730AM para explicar a la ciudadanía sobre el impasse generado con el Ministerio de Obras Públicas en cuanto a la construcción del sistema de desagüe de aguas servidas del sitio.
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En ese sentido, el presidente de IPS, Armando Rodríguez, insistió en que los residuos que genere el hospital, en el que se invirtió US$ 70 millones, se procesarán a través de una planta especialmente construida para el efecto y que esto no afecta al edificio en sí.
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La semana pasada se generó un conflicto entre IPS y el MOPC en cuanto a la construcción de este desagüe, pues ambos entes se “tiraron el fardo” por la falta de la construcción. Desde la previsional ahora intentan poner “paños fríos” al asunto con la versión de que las aguas que saldrán de este hospital serán limpias.
Carlo Bruni, de Saluber Paraguay, responsable de la instalación de la planta de tratamiento de residuos, manifestó que la misma resolución de la entonces Secretaría del Ambiente —hoy ministerio— permitía que estas aguas terminen en uno de estos cauces hídricos. El IPS aún no definió si será el arroyo San Lorenzo o el arroyo Itay, que está más distante.
“No es correcto decir que no se puede (arrojar las aguas a un arroyo), porque esa es la normativa. La planta va a descargar agua limpia, agua depurada (...) El agua que saldrá del Ingavi paradójicamente va a ayudar a limpiar el arroyo (...) Eso es lo que quiero transmitir para la tranquilidad”, expresó Bruni.
Para Armando Rodríguez, la planta de procesamiento que debió construir el MOPC es algo que deberá hacerse indefectiblemente, porque varias industrias de Fernando de la Mora y San Lorenzo están instaladas en las cercanías del hospital, ubicado en Fernando pero cerca del límite con San Lorenzo.
Cancelación de licitación “vino bien”
En otro aspecto, el presidente del IPS manifestó que la cancelación de la licitación para la provisión del sistema de seguridad del ente, en donde hubo irregularidades y con un valor de G. 140.000 millones, “vino bien” para discutir qué modelo de tecnología sería útil para la previsional.
Cabe recordar que todo estaba listo para que el beneficiario sea Óscar Chamorro Lafarja, de la empresa SST. Posteriormente, él y su amigo el exsenador Dionisio Amarilla intentaron influir en el proceso. A raíz de este caso, el legislador perdió su investidura en la Cámara Alta.
Rodríguez recordó que ese pliego de bases y condiciones tenía prevista una inversión de US$ 25 millones solo en tecnología, pero olvidó detallar que todos los insumos iban a ser provistos solo por la empresa de Lafarja.
“Creo en ese modelo de la tecnología. No es fácil desbaratar una estructura de años porque a los guardias se les utilizaba para otras cosas, como para ir a buscar remedios, por ejemplo”, concluyó.