Largas filas de jóvenes y de adultos se apostan en el stand para conseguir un turno en los simuladores de conducción. Los equipos interactivos están conformados por unas pantallas que emulan el panorama que el conductor ve al estar al volante. También un asiento adaptable con el cinturón de seguridad correspondiente y un volante con todos los dispositivos del tablero, además de los pedales de freno, aceleración y embrague.
Cada visitante que acude al lugar es acompañado por un instructor de Seguridad Vial, quien a medida que avanzan en el simulacro va dando directivas al conductor, resaltando las normas de tránsito y las medidas de seguridad a tener en cuenta para transitar con el menor riesgo.
Para acceder al simulador antes se debe tomar parte en un juego donde se explica cuáles son los requisitos para obtener una licencia, se hace un repaso de las normas de tránsito y de los documentos con los que se debe contar para estar en “regla” para manejar.
Claudia González, una de las anfitrionas, explicó que el espacio fue pensado especialmente para los niños y jóvenes, para reforzar la enseñanza y aprehensión de las normas viales. Hasta ahora visitaron el stand más de 15.000 personas y el 50% de ellas participó de un simulacro de conducción.
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Valores de seguridad vial, normas de tránsito, leyes, elementos de seguridad para ciclistas, peatones, motociclistas y conductores de rodado son temas sobre los que se puede aprender en el stand a través de las diversas actividades lúdicas propuestas.