“No creo que haya mentido el Presidente (Abdo Benítez) de modo alguno. Que se negocie la contratación de potencia es una realidad” dijo Amarilla a ABC Cardinal 730AM, pero justificó su actuación alegando que como mandatario “se debe limitar su conocimiento a conocimientos generales” sobre una negociación que todos los años se realizaba.

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Expuso que cuando se enteró de la renuncia de Ferreira, le pidió que le explique sus razones y este le manifiesta que “el acta Firmada con Brasil era inaceptable” y que esperaba que con su renuncia se revea y se obtenga las negociaciones adecuadas.

El Presidente, al ser informado de esta situación convoca a una reunión en Mburuvicha Róga, refiere Amarilla. “El Presidente, desde mi punto de vista, ha actuado siempre con un sentido de responsabilidad y nos plantea que aquí hay una cuestión importante y tenemos que analizar lo vinculado con este tema”, sostiene. La instrucción era que todos los convocados al encuentro revisen todo lo relacionado al acuerdo y que todo se haga con transparencia, sin ocultar errores, dijo el asesor.

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“Llegamos a la conclusión que había cláusulas que podrían generar apreciaciones o interpretaciones divergentes por parte de los brasileños. Se cometió claramente el error de no haber hecho una mejor tarea de análisis previo para firmar aquella acta del 24 de mayo”, detalló.

Cuando Abdo Benítez interactúa con Pedro Ferreira en los términos que están en los chats - explica Amarilla - lo hace el Presidente “desde la visión general que tiene de Presidente” e interpreta que ese impasse obstaculiza otros temas de interés con el Brasil. “La contratación de potencia en los últimos años siempre supuso aumentar la demanda paraguaya de manera a acercarnos a nuestro propio consumo”, acotó.

Sobre este punto, dijo que la contratación de potencia fue creciendo todos los años desde el gobierno de Fernando Lugo, a excepción de los últimos dos años en que Brasil decidió plantar el crecimiento de demanda de potencia. “Eso es contranatura”, exclamó, ya que no se puede limitar la contratación de potencia en un mercado como el nuestro, que está en constante crecimiento, por lo que se buscó zanjar el problema a través de la diplomacia.

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“¿Qué exigía Pedro (Ferreira)?, que esa compensación sean explicitadas en ese contrato, que estén firmados. Ahí estuvo el impasse que detonó en su renuncia. El Presidente, cuando ya no se discutían los aspectos técnicos y cuando se empiezan a valorar los aspectos políticos, se abrió de manera firme y contundente a la revisión de lo actuado”, refiere.

Una conversación a través de mensajes de voz de Whatsapp entre Abdo Benítez y Ferreira revelan que el presidente de la República recibió presiones del Brasil para hacer firmar el acta secreta del 24 de mayo, por lo que pidió que se mantuviera en sigilo a pesar de estar en conocimiento de la gravedad del acuerdo.