Cramer, en nombre de la cartera a su cargo, indicó que se acoge a la versión recogida por los senadores atendiendo que lo planteado por la Cámara Baja dará lugar a la corrupción y atentara contra la ley de la libre competencia.
Uno de los cuestionamientos que hace a la versión de los diputados es que obligará a todo el consumo nacional a mezclar diésel con biodiésel, cerrando la posibilidad de utilizar otros biocombustibles de nuevas tecnologías. Otro de los reclamos es que se dará la exclusividad a un limitado número de empresas y la demanda total del mercado estará sujeta a la capacidad de estas.
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“El nivel de mezcla del biocombustible con el diésel propuesto en la versión diputados es altamente superior a la capacidad del mercado, que requiere gradualidad para incorporar inversiones, por lo que provocaría una escasez forzando la importación”, según señaló.
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Así también, los diputados no tuvieron en cuenta la existencia la Ley de Mipymes, que ya establece su categorización, creando una nueva definición distinta.
Cramer afirmó que la versión de los Senadores evitará que se tenga que importar biocombustibles, así como prevenir que unas pocas empresas tengan la exclusividad y se dará prioridad a las Mipymes, considerando el impacto que podría tener el precio final al público y al costo de los subsidios al transporte.
La ministra manifestó su postura atendiendo que la próxima semana podría surgir un nuevo régimen para el biodiésel. El gremio Biocave pide garantizar el mercado para las mipymes, mientras que el MIC solicita que se acepten las modificaciones del Senado.