Alvarenga conversó este lunes con radio ABC 98.5 FM sobre lo ocurrido el pasado viernes en la estancia Santa Silvia, distrito de Horqueta, donde una bomba explotó y destruyó parte de una camioneta que transitaba por uno de los caminos de la hacienda. Afortunadamente, los cuatro ocupantes resultaron ilesos. El predio pertenece a una familia de apellido Camperchioli.
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El agente sostuvo que aún no se conoce quién o quiénes pudieron haber sido los responsables, pese a que existen versiones de inteligencia que refieren que podría tratarse de quienes refundaron la Agrupación Campesina Armada (ACA): los hermanos Antonio y Feliciano Bernal Maíz, oriundos de la colonia Kurusu de Hierro, distrito de Azote’y.
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Alvarenga manifestó que el explosivo fue colocado no más de 24 horas antes en ese sitio, porque encontraron los rastros de arena que evidenciaron que se cavó allí hacía poco tiempo. El explosivo se habría activado cuando una de las ruedas de la camioneta, una Toyota tipo Hilux, presionó la bomba y esta explotó.
El fiscal destacó que sucedieron una serie de hechos fortuitos que protegieron a los cuatro ocupantes de la camioneta: el impacto de la bomba golpeó la rueda de auxilio que estaba debajo de la carrocería y el vehículo, a pesar de elevarse unos cinco o seis metros, cayó “en su propio eje”, según sus palabras.
Otra de las cuestiones fue que no todos los que utilizaban ese camino iban dentro de la camioneta, sino que hubo otro vehículo que la escoltaba. De ir todos en la camioneta, sí podría haber víctimas.
Finalmente, Alvarenga indicó que podía también tratarse de extorsionadores de la zona que usan este tipo de tácticas como “medio de susto, de terror, para obtener beneficios económicos”.