“No voy a renunciar”, manifestó Gómez durante una entrevista para ABC TV desarrollada en el marco de una minga ambiental en el barrio San Isidro. El jefe comunal se defendió de las acusaciones en su contra y aseguró que todas las denuncias provienen de sectores interesados en forzar su renuncia. Justificó la falta de recursos en la Municipalidad atribuyéndola a la baja recaudación. “A partir de agosto suele haber una gran baja en la recaudación y este año se sintió por la recesión económica", sostuvo.
En ese contexto, manifestó que las deudas que tiene el municipio son parte de la herencia de la administración anterior. “Cuando entramos ya había deudas”, subrayó. También explicó que existe un atraso en el pago de salarios que, en algunos casos, son de dos o tres meses, no cinco como afirman los funcionarios.
Sobre la denuncia de que la Comuna paga alimentación escolar para 200 alumnos “fantasma”, señaló que son acusaciones falsas y que los llamados a licitación para este rubro se basan en los datos de matriculación que le son proveídos por el Ministerio de Educación (MEC). En algunas escuelas disminuyó la cantidad de alumnos y los recursos fueron redistribuidos a otras instituciones educativas, según manifestó.
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Una fuerte crisis sacude desde hace varias semanas a la intendencia lambareña. El pasado 22 de octubre, los concejales de la Junta Municipal aprobaron el pedido de intervención a la gestión de Armando Gómez. Esta resolución se tomó en una sesión extraordinaria desarrollada en la comisaría situada frente a la sede municipal, ya que funcionarios leales al actual intendente impidieron que los ediles ingresen a la institución.
El 4 de noviembre, la Fiscalía realizó una serie de allanamientos en la Tesorería de la institución en el marco de una investigación por un millonario faltante. Se incautaron documentos y verificaron los arqueos de caja desde 2015 hasta 2019. Luego de un extenso procedimiento, se ordenó la detención del jefe de Informática, Iván Villalba.
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Otra incidentada jornada se vivió el pasado martes 12 de noviembre, cuando los funcionarios municipales –que reclaman el pago de salarios y bonificaciones atrasadas– tomaron la Municipalidad en una medida de fuerza que derivó en la renuncia de Roberto Paredes, administrador de la Comuna.
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