Si un murciélago se encuentra enfermo o herido, cae al suelo o vuela desorientado ingresando a los edificios o a las viviendas. Ante cualquiera de estas situaciones, el Ministerio de Salud, a través de su Dirección General de Vigilancia de la Salud y del Programa Nacional de Enfermedades Vectoriales, recomienda no tocarlo, a fin de evitar accidentes.
Además de rabia, los murciélagos pueden transmitir otras enfermedades zoonóticas, entre éstas ectoplasmosis, de la cual no existe ninguna evidencia, destaca Gloria González, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y coordinadora del Programa de Conservación de Murciélagos del Paraguay.
En caso de ser mordido, González aconseja lavar la zona afectada y acudir inmediatamente al servicio de salud más cercano o al Centro Antirrábico Nacional. “Al murciélago no hay que tocarlo, bajo ninguna circunstancia”, advirtió la investigadora.
Si ingresa a la vivienda, señaló que lo mejor es cerrar todas las puertas y ventanas que comuniquen con otras habitaciones y dejar abiertas solo aquellas que tengan salida al exterior, apagar la luz y esperar que el animal se oriente y salga del lugar. Esto puede llevar aproximadamente una hora.
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Los murciélagos se alojan, por lo general, en el entretecho de las casas antiguas y en los edificios. También pueden habitar en el hueco de los árboles, por lo que se desaconseja remover estos lugares.
¿Cómo sacarlos de la casa?
La especialista señaló que se debe utilizar el protocolo de exclusión de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Conservación de los Murciélagos (RELCOM), disponible en internet en formato PDF, que pide sobre todo no matarlos. Según dicho documento, el único método aceptable de exclusión es la liberación nocturna con “salidas unidireccionales”, es decir que permitan la salida de los individuos pero impidan su ingreso.
Durante el día se debe buscar los puntos por los cuales estos animales salen al exterior, que pueden detectarse por manchas negras o marrones, además del olor que emana de ellas. En el verano, los murciélagos salen cada atardecer para alimentarse y no hay peligro en observarlos de cerca. Cabe destacar que los murciélagos pueden entrar hasta en un orificio de apenas 1,3 centímetros.
Los orificios deben ser sellados con estuco, espuma de poliuretano expandible en aerosol, siliconas, o productos similares, asegurando que el material sea de buena calidad y no se deteriore.
En los orificios detectados se deben colocar “salidas unidireccionales” que pueden fabricarse con tapas, cortinas de media sombra, tela mosquitera o tubos de exclusión (ver en la siguiente fotografía). Todas las aberturas tener dicho tubo permanecer colocadas en el lugar, por lo menos por 10 días.
Cuando se compruebe que el sitio de desalojo está vacío de murciélagos, se removerán los tubos y las aberturas originales se deben sellar de manera permanente con silicona, espuma sintética, maderas u otros elementos resistentes.
Funciones de los murciélagos en el ecosistema
La coordinadora del Programa de Conservación de Murciélagos del Paraguay señala que los murciélagos cumplen tres funciones ecosistémicas fundamentales: son dispersores de semillas, controladores de insectos plagas, como las polillas que destruyen los cultivos, y polinizan numerosas plantas, como las frutales. Contribuyen además a la restauración de los bosques.
Según refiere, en Paraguay se registran en promedio 58 especies de murciélagos, 30 de ellos instalados en zonas urbanas, principalmente en Asunción. Sin embargo, a nivel mundial, la población de murciélagos está declinando, lo cual también se siente en el país.
El 75% de las especies de murciélagos se alimenta de insectos, como mariposas, mosquitos, escorpiones y arañas. Sin embargo, también existen murciélagos que se alimentan de frutas, otros del néctar de las flores y, finalmente, los que consumen sangre de otros animales.