Los empleados llegaron frente al local municipal esta tarde, varios de ellos luego de culminar su jornada laboral, para acoplarse a la manifestación que se desarrolló con estallidos de petados, cacerolazos y pancartas. Los manifestantes expresaron su preocupación ante el inminente cierre de la planta procesadora de cuero.
Los trabajadores del cuero cuestionan que desde este distrito ven solamente el supuesto problema de la empresa Durli Leaters S.A y no se ocupan de la contaminación del arroyo Capilla. Afirman que ese cause hídrico esta saturado de basura, de las aguas servidas en que se descarga en el referido cauce por parte de curtiembres sin planta de tratamiento, lavaderos habilitados sobre la cuenca del arroyo y las mataderías que todos los días queman sus huesos, todo esto ante la omisión de las autoridades municipales.
En sus pancartas dirigidas a los concejales, piden a la jefa de la Junta Municipal, Margarita Miró y a su hijo, Juan García Miró, que dejen de perseguir a la empresa que da fuente de trabajo a 120 familias de esta ciudad y que se ocupen de sus casas, haciendo alusión a la problemática ambiental y de los recursos hídricos que afecta a este municipio y que no figura en la agenda de prioridades de sus representantes.
El Ing. Miró había denunciado ante el fiscal Carlos Rojas de la Fiscalía del Ambiente de Asunción, la contaminación del arroyo Caañabé, al encontrar un caño de descarga de desechos industriales que venía de la planta industrial Durli y desembocaba en el arroyo.
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El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), había intervenido la empresa y constató que se estaba realizando un mal manejo de los efluentes, por lo que la institución instruyó sumario y la firma se expone a una multa de entre 3.000 y 20.000 jornales, además d la sanción para el resarcimiento del daño.
La concejala Miró se vio obligada a salir por la parte trasera del local municipal, lo que molestó a los manifestantes, que decidieron ir a escracharla frente a su domicilio, sobre la calle Pedro Juan Caballero.
Patricia Ortiz, jefa de Recursos de la empresa, manifestó que los directivos ya anunciaron el cierre de la planta industrial el próximo 31 del presente mes, y si eso ocurre, “la concejala debe rebuscarse para ubicar a los que van a quedar desempleados”.
Por su parte, el Ing. Juan Miró manifestó que si la empresa brasilera se va de nuestro país es porque no quiere adecuarse a las exigencias ambientales. Dijo también que responsabiliza a los directivos de la empresa por algo que le pueda pasar a él o a su familia.
El sábado último se había registrado en el arroyo Caañabé la mortandad de peces y los pescadores sospechan que es producto de la contaminación.