Pérez conversó este sábado con radio ABC Cardinal sobre las medidas que se toman para que los presos de las cárceles del país no contraigan el coronavirus. “Encargamos una serie de medidas de cumplimiento irrestricto. Estamos intensificando el lavado de manos. Tengo que reconocer que tenemos un problema, que no es un problema nuestro, sino de todos, que es la falta de agua, por ejemplo en Tacumbú”, dijo la responsable de las penitenciarías del país.
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Tacumbú es la cárcel con la mayor cantidad de presos del país, quienes están en situación de hacinamiento. “Allí tenemos dificultad para el lavado de manos. Essap cargó anoche (una cisterna), pero la cantidad no aguantó, entonces fueron los bomberos a recargar. Estamos trabajando así. Tenemos la promesa de la construcción de un tanque, de un pozo, en Tacumbú y en otras penitenciarías; lo estaríamos haciendo con el apoyo de Itaipú”, añadió.
“El principal problema es Tacumbú hoy. El problema de Emboscada luego es el agua. En Tacumbú es sí netamente como consecuencia de la falta de agua general. Estamos paliando con la cisterna de Essap y los bomberos”, explicó.
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Por otro lado, contó que Petropar donó alcohol para asistir en la limpieza de las cárceles y que se distribuyeron kits de cartelería para advertir sobre las medidas que se tienen que tomar para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad. Además, se ordenó la limpieza frecuente de los establecimientos.
Controles de acceso
Pérez dijo que personal militar controla el acceso de las visitas en las cárceles con la toma de temperatura corporal. No dejan pasar a visitantes con síntomas como tos y fiebre. También se restringió el horario de visita reduciéndolo de 09:00 a 12:00 y limitando a solo una persona por preso.
“Como el control es muy difícil, se restringió lo máximo que se puede. Paliamos con acceso a llamadas, colaboramos para que los presos usen un teléfono, son quienes no reciben las visitas”, explicó.
La ministra de Justicia lamentó la poca cantidad de profesionales médicos en todo el sistema penitenciario. Dijo que hay 150 entre médicos, enfermeros, psicólogos, etc. Agregó que están también dotando de tapabocas a todo el personal implicado en la contención dentro de la red de penitenciarías. Por último, contó que se suspendieron las visitas a las privadas y que estas salas serán usadas para aislar a los pacientes con síntomas de la enfermedad.

