La misa, oficiada este domingo a las 9:00, fue transmitida por las redes sociales a través del programa Paracuaria Litúrgica. En todas las parroquias y templos de Misiones, la celebración religiosa se llevó a cabo a puertas cerradas debido a la cuarentena por el COVID-19.
En una Semana Santa totalmente atípica, las calles estuvieron vacías y sin vendedores de palmas. A los fieles se les pidió preparar en cada hogar un pequeño altar con el crucifijo, la Biblia, una o dos velas y alguna imagen de la Virgen y sus ramos.
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“La fe sembrada en nuestros corazones teje y trenza hoy un ramo de oraciones para aclamarte, Señor. Bendito el que viene en nombre del Señor, hossana en el cielo”, expresaba el superior padre Wilber Mendoza durante su homilía.
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Los monjes llevan una vida de oración y de trabajo en el monasterio. El padre Mendoza señaló que la reflexión diaria es por la conversión, los enfermos, los que sufren, por las intenciones de los fieles, por la paz y ahora para superar la pandemia que agobia a la humanidad.
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