El legislador colorado apeló a la vigente ley 5189/2014 de “Informaciones en el uso de Recursos Públicos”. Esta normativa dispone la obligatoriedad a todas las instituciones públicas dar informes sobre sus viajes, lo cual incluye: a) Detalles de los viajes nacionales e internacionales que sean financiados con fondos públicos, incluyendo beneficiarios, destino, objetivos del viaje, fecha de realización y montos asignados para viáticos incluyendo un informe final de la misión.
La senadora Bajac, que enfrentará mañana un pedido de pérdida de investidura (expulsión del cargo) pidió viáticos y pasajes para viajar a Guatemala, pero viajó a Lima, Perú a participar de un Congreso religioso evangélico. Estando en ese país habría contraído el COVID-19.
A su retorno presentó síntomas y fue sometida a un análisis en el Ministerio de Salud. Antes de tener el resultado, realizó varias actividades y participó de una sesión del Senado, de manera irresponsable.
Otro detalle de su conducta respecto al viaje es que la legisladora llegó a rendir cuentas de su viaje en un formulario oficial y consignó que se había ido a Guatemala, cuando en realidad no estuvo ahí.
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Luego se vanaglorió de haber devuelto los viáticos, obviando que lo hizo recién después de que se lo reclamara personalmente el presidente del Senado Blas Llano, según contó este último.
Todas estas mentiras hubieran pasado desapercibidas si no fuera porque la senadora Bajac se contagió y esto motivó la intervención del mismo ministro de Salud Julio Mazzoleni, quien puso en aviso a Llano.
El senador Arévalos pide ahora informes sobre todos los viajes durante la administración de Llano dado que hay versiones de que el de Bajac no sería el único caso de senadores que hacen “vito” con el dinero público.