El vicepresidente del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones), Clarito Rojas Marín, conversó con ABC sobre algunas dudas que surgen en la comunidad educativa sobre qué pasará con las clases universitarias debido a la pandemia del COVID-19, puesto que en la fecha las autoridades anunciaron que al menos colegios y escuelas no volverán a las aulas en lo que resta del año.
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Rojas recordó la resolución N° 8 emitida por el Cones el pasado 19 de abril en la cual habilitan el Registro Nacional de Ofertas Académicas presenciales que aplican herramientas digitales de enseñanza-aprendizaje. “En esas pautas generales, por ejemplo, se da un espacio importante a la autonomía universitaria; primero, que tomen medidas administrativas jurisdiccionales en base a un plan de contingencia”, indicó.
“La resolución fue socializada, está en un proceso de construcción de levantamiento de datos y respuestas de parte de las universidades, así prontamente podemos hablar sobre la base de que un 85% de las clases está trabajando en ese plan de contingencia (es decir, darían clases virtuales)", comentó en relación a las 55 universidades habilitadas en el territorio nacional.
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Con flexibilización de cuarentena, podrían hacerse prácticas presenciales
El vicepresidente del Cones aseveró que con la flexibilización de la cuarentena se podrían realizar algunas excepciones. “Por ejemplo, esa flexibilización que se estaría dando desde el 4 de mayo, nosotros visualizamos que daría una oportunidad para que desarrollen mínimamente las tutorías presenciales con grupos mínimos en escenarios de campos de prácticas de carreras de ciencias de la salud, en escenarios de campos de prácticas de laboratorios. En esos escenarios se daría atenciones con grupos reducidos cumpliendo las medidas sanitarias”.
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Aclaró que este aspecto no lo han consultado aún con el Ministerio de Salud, pero afirmó que se trata de una posibilidad ajustada a las observancias del código sanitario. “Somos conscientes que no podemos imaginarnos un plan de contingencia que se aísle del plan sanitario (...) No se va a apartar ninguna resolución de las normativas de salud pública, nosotros no querríamos que ninguna de las instituciones de educación se convirtiese en un foco de riesgo”, añadió.
Retorno a clases presenciales aún no se define
No obstante, en cuanto al retorno a clases presenciales, manifestó que no tienen ninguna decisión tomada más que estar atentos a las resoluciones que va emanando el Ministerio de Salud Pública. “Nosotros no visualizamos de que en esa flexibilización haya una posibilidad cercana de un retorno a la presencia masiva”, acotó.
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Asimismo, al ser consultado sobre la dificultad de pago que tendrían varios estudiantes en la mensualidad de sus carreras, dijo que habría consideraciones en ese sentido. “Para las privadas, yo le anticipo a la comunidad universitaria que todas las instituciones están previendo un margen de atención de esa línea, aplicando descuentos, aplicando escalas de consideración, eso nos consta, solamente necesitamos tener los documentos de retorno”, subrayó.
Antecedentes
La cuarentena, cuyo objetivo se basa en evitar la proliferación masiva del COVID-19, fue anunciada el martes 10 de marzo, luego de que se confirmaran los primeros casos en Paraguay. En principio, la medida sería por el plazo de 15 días y apuntaba principalmente a la suspensión de eventos masivos públicos o privados, entre estos las clases.
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Las restricciones fueron endureciéndose con el correr de los días y el 20 de marzo el Gobierno comunicó que empezaría el aislamiento total; en ese contexto, la normativa de “quedarse en casa” se extendió en varias ocasiones, tanto así que actualmente se contabiliza el día número 48 de cuarentena, la cual llegaría en estas mismas condiciones hasta el 3 de mayo.
En materia de educación, muchas instituciones tanto del nivel básico y medio como superior han resuelto continuar con clases de manera virtual; sin embargo, esta decisión derivó en una serie de conflictos, como por ejemplo, en los sectores privados, la exigencia del pago de las cuotas en su totalidad y la queja por parte de estudiantes y padres, puesto que las condiciones de enseñanza-aprendizaje no son las mismas.
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En las casas de estudio de carácter público, el cuestionamiento se produjo puntualmente por la dificultad en el acceso a internet, equipamiento apropiado como notebooks o teléfonos de alta gama y la falta de capacitación de docentes en el manejo de la tecnología.
Finalmente, según el panorama actual, con la confirmación de que en las escuelas y colegios ya no habrá clases presenciales en lo que resta del año, según las declaraciones de autoridades de la Aneaes y el Cones, las universidades van aparentemente por el mismo camino.
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