El último hecho se produjo en Yasy Cañy, Canindeyú con la quema de tractores y con una toma de rehenes incluido. Hugo Pastore reitera la queja porque sin garantías necesarias no se puede tener tranquilidad.
Sostuvo que estos amedrentamientos se dan de tanto en tanto y hay momentos en que aparecen con quema de pastizales y en otros momentos con la destrucción de las herramientas. Después de un tiempo los criminales desaparecen.
Instan al gobierno y a sus grupos de seguridad como policías y militares a tener un mayor control y vigilancia de las áreas de producción.
Este panorama genera dos factores que repercuten en el trabajo del día a día. El primero tiene que ver con el miedo que los atacantes producen y el segundo al golpe económico por no contar con la maquinaria requerida, recalcó Pastore. El pedido de seguridad para el sector es reiterativo desde que grupos criminales como el autodenominada Ejercito del Pueblo Paraguayo (EPP) estuvo en auge hace uno años.
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No se puede celebrar del todo
En cuanto a soja, el referente de CAPECO refiere que hasta el momento se tiene un buen año, a pesar de algunas regiones donde la lluvia no ayudó mucho. Igual, con esto se tuvo una producción cercana a los 10,5 millones de toneladas.
En contrapartida hay problemáticas que no benefician a que todo sea exitoso como, por ejemplo, que se están vendiendo a precios más bajos. Además, los productores tienen la necesidad de reprogramar sus cuotas. En general las operaciones de créditos prosiguen, pero Pastore reconoce que en años anteriores hubo más apoyo.
El otro ejemplo negativo para el rubro es la navegabilidad en los ríos Paraná y Paraguay. En esto tiene mucho que ver la bajante y el calado. En el caso del Paraná el traslado de productos se da en el momento en que otras instituciones del estado como Meteorología, Binacionales o Prefectura dan el visto bueno de puntos donde las embarcaciones puedan transitar. El dirigente del sector admite que hubo una merma importante del traslado. En un año normal es de casi 2,5 millones de toneladas de productos, pero hasta ahora solo se logró mover 200 mil toneladas.
Con el río Paraguay se dan similares condiciones. Según Pastore, se abren algunas ventanas de navegación con un calado de nueve pies y medio. Lamenta que barcazas no puedan navegar con toda su capacidad. Lo que produce un flujo de exportación más lento y el movimiento de caja se resiente por las circunstancia actuales.
Por último, recalcó la importancia de que el gobierno analice la posibilidad de ir acercándose a China para establecer lazos comerciales. Dijo que ellos como agroexportadores no pueden intervenir, pero que es un mercado que puede ser aprovechado. Citó como ejemplo a Brasil y Uruguay que sí exportan sus productos. Nuestra carne y soja bien pueden ingresar a ese país. Expresó que el vinculo de Paraguay con Taiwán tiene su incidencia.