El error, manifestó Abed, se produjo en la carga del valor de las acciones que posee en la firma Cabichui. “En la declaración jurada del año 2018 se puede ver que las acciones de Cabichui valían exactamente lo mismo que en el 2013 (diez millones cada una) cuando ingresé a la Función Pública y declaré las mismas como corresponde”, manifestó.
“En la propia Constitución de la Sociedad creada en el 2008 está el capital integrado de la misma: 100 acciones de diez millones cada una (G. 1.000 millones en total). Esa sociedad nunca hizo aumento de capital, por lo que sus acciones siempre tuvieron el mismo valor”, agregó.
“Es evidente que hubo un error material en la declaración del 2016, en el tipeo que indujo a esta diferencia”, apuntó luego.
Por su parte, el contralor Camilo Benítez manifestó que estos errores son responsabilidad de los funcionarios, no de la institución.
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“No es un error de la Contraloría, pero es un error material involuntario del funcionario, lo cual ocurre a menudo”, aclaró.
Benítez explicó que los funcionarios de la Contraloría no pueden tocar o modificar las declaraciones juradas y que cada empleado estatal es el encargado de realizar el proceso de carga a través de la web de la institución.
Reiteró que son numerosos los casos de equivocaciones en los procesos de carga.