El incidente comenzó cuando los 600 kits que fueron preparados por la gobernación de Itapúa, en forma conjunta con la administración de Aduana local, no fueron suficientes para los más de 1.500 trabajadores informales que se presentaron a reclamar su kit de alimentos.
Nosotros somos paseras de hace más de 30 años, sin embargo, no estamos en la lista de los que van a recibir el kit, cuestionó Agustina Benítez, una de las trabajadoras presentes en el lugar, quien exigió se aclare por qué razón fueron discriminados.
Lo mismo reclamó Luciana Báez, quien cuestionó que un grupo de dirigentes de paseros seleccionó a un grupo solamente, dejando de lado al resto de los trabajadores, y que incluso se quedó con una buena cantidad de bolsas.
El incidente llegó a un nivel de efervescencia que hizo temer un enfrentamiento entre los reclamantes y quienes estaban habilitados para retirar los alimentos, al punto que varias patrullas de la Policía Nacional tuvieron que intervenir para evitar que se dispare la violencia.
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De acuerdo a lo señalado por Mirta Viveros, una de las coordinadoras de los trabajadores informales que desde hace dos meses organizan ollas populares en el sector de acceso al centro de fronteras, el problema surgió cuando personas que no estaban en la lista reclamaron también una de las bolsas.
Según explicó, ellos habían entregado a las autoridades una lista de personas de mayor nivel de vulnerabilidad, quienes serían beneficiados con esta primera entrega, y que posteriormente, en sucesivas entregas se llegaría al resto.
Las autoridades tenían 600 kits para distribuir en esta oportunidad, nosotros les pasamos la lista, pero ellos fueron los que eligieron a quién entregar. Era para gente vulnerable, pero vinieron como 1.500 personas, y al no encontrar su nombre en la lista se enojaron y comenzaron a saquear el camión, señaló.
Entre los llamados paseros hay gente muy vulnerable, como chiperos, vendedores ambulantes, que no tienen ningún recurso, dijo, y añadió que todos van a recibir, pero en este momento se priorizó a la gente más necesitada. Lamentó el incidente, que obligó a suspender en un momento dado la distribución. Un grupo atropelló y saqueó el camión, llevándose los kits, refirió.
Viveros reconoció que todos están necesitados, pero hay algunos que todavía tienen que comer, y esta primera entrega era para ese grupo. En sucesivas entregas se buscará llegar a todos, esa es la promesa que nos hicieron las autoridades, señaló.
La bolsa de alimentos contiene harina, azúcar, yerba , aceite, arroz, fideo, entre otras cosas, que permiten cubrir una necesidad básica alimentaria por un par de días.