La auditoría que realizó la Contraloría General de la República (CGR) al fallido proyecto del metrobús, al referirse a la contratación del consorcio francés Louis Berger SAS y Systra (representado por Karin Basiliki Ioannidis), señala que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) suscribió el 27 de febrero de 2018, 4 años y 2 meses después de haberse iniciado la ejecución del proyecto del metrobús. El contrato fue por un total de US$ 6.043.393 y la compañía debía actuar como la Empresa Consultora de Apoyo Técnico Especializado y Fiduciario (Ecatef), es decir, debía apoyar en la implementación del fracasado proyecto.
“Considerando que esta contratación daría un apoyo a la gestión técnica y administrativa que el MOPC carecía para el manejo del proyecto, se debió contratar con anterioridad a fin de asegurar el correcto manejo, funcionamiento y desarrollo del proyecto, cumpliendo lo establecido en el reglamento operativo del programa”, resaltó el informe de la CGR.
Nuestro diario averiguó ayer en el MOPC sobre las condiciones contractuales con dicha empresa, pero no se tuvo respuesta. Mientras tanto, en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) se pudo corroborar que la compañía seguía cobrando hasta febrero de este año, pese a la inexistencia del metrobús.
En total, según los registros, el citado consorcio percibió hasta febrero último G. 14.532 millones e incluso el titular del MOPC, Arnoldo Wiens, autorizó un incremento del contrato con la empresa por G. 3.922 millones, cuyos detalles no son conocidos.
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Le dieron “trabajos” que debía hacer Mota Engil
De acuerdo con los datos de la Contraloría, el MOPC no solo no rescindió el contrato con el Consorcio Louis Berger SAS y Systra tras la cancelación del metrobús sino que le encargó otros “trabajos”, para lo cual tuvo que realizar subcontrataciones. En este caso, la compañía francesa tuvo que subcontratar a la empresa Tecnicón SA para la elaboración del diseño ejecutivo de las obras de drenaje complementarias (en diciembre de 2018) en el tramo del fracasado metrobús, por un valor de G. 421.200.000, que formó parte de los estudios que debió realizar en su momento Mota Engil, excontratista del plan. “Estas actividades ya fueron contempladas en los documentos de la licitación que se dio a Mota Engil Ingeniería y Construcción SA, en la fase de diseño ejecutivo y fase constructiva del proyecto”, resaltó la CGR.
La Contraloría concluyó el miércoles último la segunda auditoría, contenida en 415 páginas de informes, que realizó al metrobús, donde se evidenciaron varios posibles hechos punibles, tales como pagos irregulares, obras mal ejecutadas, y numerosas anomalías más. Empero, la Fiscalía no investiga el caso.
Fueron reveladas varias irregularidades
Entre las principales conclusiones de la auditoría de la Contraloría se señala que el MOPC desembolsó a la empresa Mota Engil hasta el certificado Nº 29 (de trabajos), unos US$ 29.000.000 por obras que, en partes considerables, no cumplen con las especificaciones técnicas del pliego de la licitación y cuya futura utilidad resultó incierta, inclusive para los actuales administradores del MOPC. Además, agrega que se produjeron “pagos irregulares” a Mota por G. 8.689.241.754 en la obra de cableado subterráneo. También evidencia que se pagaron más de G. 17.000 millones por desagües que no funcionan. Señala, asimismo, la falta de aplicación de multa de G. 14.550.000.000 a la firma por incumplimiento de las metas parciales.