La mujer dijo que, desde hace dos días, los policías no permiten la entrega de alimentos como desayuno, almuerzo y merienda a su hijo, quien sufre de afecciones de salud, y que es de público conocimiento.
Todo esto sería en represalia por el supuesto incumplimiento del pago de G. 100.000 por el celular que supuestamente le proveyeron los uniformados en su celda.
Y es que, supuestamente, el recluso Gustavo Aranda no pudo cumplir con el pago de la suma solicitada por la entrega de su aparato celular incautado durante su detención, y en consecuencia, fue aislado totalmente en la dependencia policial referida.
“Allí todos los internos tienen celular”, señaló Rejala, al tiempo de mencionar que el número al cual se debió realizar el giro es el 0984 con terminación 706, pero que finalmente no se concretó. Igualmente, dijo que, por el estado insalubre del calabozo, solicitó, en compañía de familiares de otros internos, limpiar las celdas, pero se lo negaron.
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La mujer exige la intervención de los superiores y un trato como corresponde a su hijo.
Los jefes policiales de la comisaría 5ta., negaron rotundamente la denuncia de la mujer. “Inclusive, yo le dije que denunciara si maneja el número para el giro”, expresó el subcomisario Pablo Estigarribia, subjefe de dicha dependencia.
El mismo aseguró que a Gustavo Aranda se le separó en otra celda de manera a evitar que se contagie de coronavirus, y atendiendo que existen rivalidades peligrosas entre los presos.