El pasado 10 de octubre, el fiscal de Fuerte Olimpo, Andrés Cantaluppi, procedió a formular imputación contra los ciudadanos Genaro Ramírez y Carlos Recalde, ambos pobladores de la comunidad de María Auxiliadora de este distrito, por supuesto hecho punible contra la libertad, “coacción y hecho punible contra la seguridad de la convivencia de las personas”.
El Ministerio Público acusa a ambas personas de haber ingresado dentro de la propiedad del ganadero brasileño Augusto Rodriguez da Cunha, a fin de dar de beber y comer a unos 60 animales vacunos pertenecientes a los hoy imputados.
El hecho en cuestión habría sucedido el 7 de setiembre, oportunidad en que estas personas -según la acusación fiscal- procedieron a descomponer el candado del portón para poder ingresar dentro de la propiedad del extranjero por unas horas, para que sus animales puedan beber y comer pasto, para luego volver a retirarse del lugar.
Genaro Ramírez, uno de los imputados, negó categóricamente que el lugar adonde llevaron a sus animales sea propiedad del ganadero brasileño, alegando que se trata de un camino público, según plano del Indert. Acusó al productor de prepotente al colocar un portón llaveado y con guardias en el lugar.
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Ramírez dijo además que el ganadero está asentado en tierras fiscales destinadas a la reforma agraria, en total contravención a la ley del estatuto agrario, que prohíbe a los extranjeros ocupar tierras fiscales. Exhibió unos documentos en que se sindica a una tal Teresa de Jesús Rodríguez González como la verdadera dueña del lote donde se produjo el incidente.
La mujer sería solo una prestanombres, ya que por esta colonia se realiza la vieja práctica de siempre que consiste en la venta de derechera en complicidad con funcionarios del Indert, aseguró.
El poblador acusó de parcialista al fiscal que los imputó, ya que primeramente debía interiorizarse de la situación real de las tierras de esta comunidad, sostuvo.
ANTECEDENTES
En el año 1996, el Estado paraguayo destinó unas 38.600 ha de tierras para la reforma agraria en este sitio, al cual denominaron Colonia María Auxiliadora. Esto se logró gracias a la gestión del ya fallecido monseñor Zacarías Ortiz, quien además logró conseguir importantes donaciones del extranjero para que se puedan asentar las primeras familias de paraguayos.
Lastimosamente, varias de estas personas que accedieron a un pedazo de estas tierras comenzaron a vender sus lotes, a pesar de que esto no se puede realizar; es por eso que hoy el 70% de estas tierras son grandes establecimientos ganaderos, cuyos dueños en su gran mayoría son extranjeros. Esto se logro gracias a la complicidad de funcionarios del Indert.