Un grupo de personas, nucleadas en la Asociación de Productores de Lima (APAL), desde el año 2016, actualmente conformado por unas 65 familias, se afincan en sitios y además cuentan con un predio de 2 hectáreas que cultivan, formando una especie de producción comunitaria. Hubo fuerte apoyo del Gobierno central y municipal en su momento, pero actualmente el conflicto se registra en una hectárea, parte de la finca cultivada, debido a que la comuna dividió el sitio y lo adjudicó, en tanto que los que cultivan la tierra advierten que no permitirán que otra gente ocupe el lugar y amenazan con defender con la vida los cultivos.
En principio hubo acuerdo municipal con la organización para utilizar el inmueble por dos años, exonerados de pagos de impuestos, pero luego la propia Junta Municipal dejó sin efecto el acuerdo al transcurrir los dos años y al no recibir el pago en concepto de impuesto inmobiliario actualmente, los ocupantes alegan que el costo es muy alto y no poseen dinero para poder pagar, pero no obstante se muestran abiertos para poder pagar en forma fraccionada. En la semana, la comuna fue para limpiar el inmueble y dejar en condiciones para que entren los nuevos adjudicados, pero los integrantes de la organización se resistieron y evitaron que lleguen nuevos ocupantes al lugar. “En plena pandemia deben apoyarnos a trabajar en lugar de sacarnos las tierras, no queremos ir a robar, queremos trabajar, nos quieren sacarnos nuestras tierras, destruir nuestra producción, no vamos a permitir que nos saquen, tienen sitio en otro lado que pueden dar a otra gente y vamos a pelear por nuestras tierras”, dijo Ángel Franco, presidente de la organización.
Por su parte la productora y afectada Estelvina Aguirre dijo: “Tenemos cultivo para autoconsumo, pero no vamos a entregar nuestra tierra, nuestra producción, estamos procurando, trabajando y vamos a morir en nuestras chacras si es necesario”, advirtió la mujer. En tanto que el jefe comunal, Manuel Ávalos (FG), explicó la situación: “En realidad mediante resolución ya se adjudicaron las tierras, los cultivos no se van a tocar, todas las personas que están reclamando ya cuentan con sitios, ya se les había adjudicado a cada uno un sitio, no teníamos problemas porque era zona deshabitada, pero crece la población y ya es zona urbana ahora y tenemos muchos pedidos de sitio, pero vamos a conversar con ellos y buscar salida, estamos abiertos, pero deben entender que crece la ciudad, siempre hemos ayudado pero hoy por hoy están en zona urbana y quedan las tierras fraccionadas en sitios”, explicó el intendente; además afirmó que la tierra estaba abandonada, que luego de que se enteraron que se divide y se adjudican los sitios recién comenzaron a cultivar de nuevo para evitar la adjudicación.