Hidratación y sistema inmunológico

Cada 22 de marzo es celebrado el Día Mundial del Agua, para recordar la relevancia de este líquido vital. En esta ocasión el licenciado en nutrición Antonio Danei nos habla sobre la importancia de estar hidratados y así mantener en óptimas condiciones nuestro sistema inmunológico. Hoy es un buen día para empezar a beber agua y cuidar de nuestra salud y de la belleza.

La hidratación ayuda a la piel y a todos los elementos del sistema inmunológico a trabajar correctamente. Foto: Pixabay.
La hidratación ayuda a la piel y a todos los elementos del sistema inmunológico a trabajar correctamente. Foto: Pixabay.gentileza

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El sistema inmune es el mecanismo de defensa del organismo contra infecciones y otros elementos que puedan causar enfermedades. El sistema defensivo del cuerpo está compuesto por células, tejidos y órganos. Uno de esos órganos es la piel, la primera barrera de protección. Cuando la piel se ve comprometida, puede convertirse en una puerta de acceso para microorganismos patógenos como bacterias y virus. El agua es importante para solventar una efectiva funcionalidad del sistema defensivo de la piel.

La importancia de estar hidratados

La hidratación ayuda a la piel y a todos los elementos del sistema inmunológico a trabajar correctamente.

“El agua transporta componentes importantes de las defensas del cuerpo, incluidos los nutrientes a sus destinos y elimina los desechos de los órganos, es decir, los subproductos del metabolismo diario, que se derivan del consumo de alimentos y su transformación en energía, el correcto consumo del vital líquido forma parte de un estilo de vida saludable”, explicó el licenciado en nutrición Antonio Danei.

Beneficios de la hidratación

- Promueve el óptimo trabajo de los riñones para la eliminación de toxinas y desechos corporales.

- Hidratación, limpieza y mantenimiento de la elasticidad de la piel.

- Regulación de la temperatura corporal a través de la transpiración.

- Correcta estimulación del funcionamiento metabólico.

- Óptimo tránsito intestinal debido a que evita el estreñimiento si se acompaña del consumo de alimentos ricos en fibra.

Síntomas de la deshidratación

- Leve a moderada: sed, disminución de la sudoración, elasticidad reducida de la piel, disminución de la producción de orina y sequedad de la boca. El color de la orina es un buen indicador de falta de líquidos. Si es clara y transparente, está bien; si es amarilla u oscura, no estás tomando la cantidad de líquidos que se requiere.

- Grave: la presión arterial desciende provocando mareos o desmayos, shock y daños en órganos internos como riñones, hígado y cerebro

Sobre el agua

El agua es el principal componente del cuerpo humano. Cada persona posee un 75% de agua al nacer y cerca del 65% en la edad adulta. El ser humano no puede estar sin beber agua más de cinco o seis días. Una pérdida de solo un ocho por ciento de agua del cuerpo sería suficiente para provocar una enfermedad grave.

¿Cuánta agua tomar?

Los requerimientos de agua dependen de una serie de factores como la edad, la actividad física, el estado de salud y la temperatura ambiental, entre otros.

- En términos generales, un adulto debiera tomar como mínimo 2 a 3 litros diarios de agua (cinco a seis vasos grandes).

- Si estás bajo el sol o practicas ejercicios, debes ingerir un aporte extra de líquido sin esperar a sentir sed.

- El agua aportada por los alimentos, como frutas, verduras y sopas, puede ser cercana a 1 litro al día, por lo que se debe aportar 1,5 litros de líquido extra para reponer las pérdidas.

- En verano es importante tomar agua periódicamente, por lo que se recomienda llevar siempre una botella de agua a mano.

“Tomar una cantidad de agua adecuada es fundamental para mantener una correcta función urinaria, ya que su principal tarea es eliminar las toxinas que nuestro propio organismo genera”, finalizó Danei.

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