“Me gané muchos enemigos en dos años como intendente”

- ¿Cuántos años?

- Tengo 32.

- ¿En la política?

- Desde el 2010 en la Facultad. Somos el mismo equipo desde que ganamos el Centro de Estudiantes de Derecho de Ciudad del Este.

- ¿Ya se proyectaba hacer política?

- No. Jamás me imaginé llegar a intendente de Ciudad del Este. En el 2012 terminé mi carrera. Recién en el 2014 nos planteamos luchar por un escaño en la concejalía de la ciudad. En el 2015 entramos con el movimiento CDE (Conciencia Democrática Esteña). Llegamos en el penúltimo lugar, en el puesto 11.

- ¿Es un movimiento socialista, capitalista?

- Yo creo que somos más bien de centro. Tenemos amigos de izquierda, de derecha. Por más que me quieran tildar de izquierdista, no me identifico como tal. Más bien busco un pragmatismo para conseguir buenos resultados...

- ¿Un millennial?

- No (sonríe), soy un poco más viejo. Los millennials son de 20 a 30. Por más que nací en el 89 ya crecí en los noventa, pero creo que tengo todavía una fuerte influencia de la juventud. Capaz que por eso tenga más llegada. Crecí por las calles del microcentro de Ciudad del Este. Vengo de una familia de comerciantes. Eso me facilitó mucho la comunicación, los contactos... Me abrió mucho el camino para llegar a la Intendencia.

- ¿Qué tipo de comercio?

- Tenía un negocio de textiles sobre la avenida San Blas...

- Lo eligieron intendente en el 2019. ¿Fue una coyuntura nomás por el desprestigio en el que habían caído los colorados?

- La gente votó contra la corrupción evidentemente. A mí parecer, haberle ganado al partido Colorado siendo independiente, e inclusive sin alianza con el PLRA (Partido Liberal), fue porque estuve en el lugar correcto en el momento correcto. Tuve el apoyo del sector comercial, de la juventud y de los simpatizantes de los partidos de derecha y de izquierda. La corrupción fue completamente develada por la intervención de la administración de Sandra Zacarías. Hubo desvíos en los ingresos inmobiliarios. Había una Policía municipal totalmente corrompida. La gente quería un cambio y nosotros capitalizamos esa voluntad.

- ¿Por qué usted?

- Nunca fui un político de oficina. Seguramente eso ayudó un poco a que fuera yo el candidato y no otro. Además era Presidente de la Junta cuando renuncié y me postulé.

- ¿Es posible vencer al nepotismo, el compadrazgo hacia donde siempre se inclina la balanza estar en la función pública?

- Es posible vencerlo en un 90 a 95%, pero se requiere tener fuerza en el Legislativo. El intendente tiene 50% del poder y la Junta tiene el otro 50%. Es difícil gobernar sin el Legislativo. En la próxima elección vamos a tratar de tener más concejales. Eso daría mayor gobernabilidad y ayudaría a reducir en gran medida gobernar condicionados...

- Ciudad del Este, una ciudad cosmopolita, con un ingreso récord de extranjeros y de dinero todos los días, donde se dice que por los intereses que se manejan la mafia manda, ¿cómo se puede imaginar un gobierno que no sea sujeto del submundo?

- Yo crecí en esta ciudad. Conozco a las personas. Hay cosas que hay que evitar. Pero finalmente yo fui intendente, no policía ni juez ni fiscal. Es cierto, no se puede negar que todos tratan de tener sus ventajas. Hay que saber elegir a las personas con quienes trabajar...

- ¿Cuántos funcionarios?

- Son 2.300 actualmente...

- ¿Cómo los encontró?

- A diario uno escucha, recibe informes, denuncias sobre funcionarios que piden dádivas, que esconden expedientes... Eso está en la cultura. Lo que hacemos es usar las herramientas de control para una mejor operatividad. Es una lucha constante...

- ¿Tiene más enemigos que antes?

- Me gané muchísimos enemigos en estos dos años...

- ¿Dónde están: en los partidos, los sindicatos, en los negocios?

- Están en todos lados. Están en las instituciones, están afuera. Que pertenezcan a un partido influyente, sea colorado o liberal, no es parámetro para medir si es amigo o enemigo. Están en todos lados. Me gané muchos enemigos de todos los colores y de todas las clases, pero me gané muchos buenos amigos también.

- Debe haber negocios muy codiciados...

- En el anterior gobierno municipal había mucha inestabilidad con los invasores. No se respetaban los espacios públicos. Son invasiones promovidas por los mismos grupos de siempre. Actúan al amparo de algunos concejales. Eso hemos tratado de cortar de raíz y eso me generó muchos enemigos. También ya hablando de un nivel más macro, la recuperación del Shopping Vox y la recuperación de la Terminal de Ómnibus me generaron hasta problemas judiciales. Tengo un juicio oral este lunes. Lo importante es que la recuperación trajo muy buenos resultados a la Municipalidad por los ingresos. Esos ingresos invertimos en la pandemia. De 8 camas de UTI pasamos a 24. Compramos una ambulancia. Inauguramos el pabellón de Traumas y Urgencias. Hubo inversiones históricas...

- Usted se ofreció comprar vacunas contra el covid. ¿Era posible hacer eso?

- Creímos que era posible en ese momento. Tuvimos ofrecimientos concretos pero chocamos con muchos obstáculos. Vinieron cuatro o cinco grupos diferentes que nos aseguraron que podían traer. Lo intentamos, pero no lo logramos.

- ¿Cuál fue el impedimento?

- En primer lugar, como sabemos, las vacunas tienen hoy una altísima demanda internacional. En segundo lugar, hay una burocracia insalvable que es el Estado, el Ministerio (de Salud).

- ¿Cómo está afrontando Ciudad del Este el contagio?

- La gente se sigue contagiando, pero se sigue trabajando. El microcentro es el principal pulmón económico por más que sigue en agonía. Recibimos a los brasileros todos los días. Tratamos de cuidarnos, pero la gente se sigue contagiando. Estamos esperando con ansias las vacunas para volver a la normalidad.

- ¿Qué hizo por la ciudad?

- Recuperamos espacios históricos. Reducimos la cantidad de planilleros. Somos el único municipio que tenemos un “impuestómetro” para contabilizar en tiempo real la recaudación diaria para transparentar los ingresos. Eliminamos las recaudaciones paralelas. Transparentamos en gran medida la ejecución municipal. Construimos la Costanera. Hicimos más obras viales que cualquier otro municipio en plena pandemia y nuestro aporte también a la salud. Estoy seguro que hicimos bastante y eso la gente sabe reconocer. La terminal de ómnibus pasó a la administración municipal después de ser explotada 37 años por una empresa privada. Recuperamos el Shopping Vox que está en medio de 9 hectáreas en un lugar icónico de la ciudad, al costado de la Aduana. Si vuelvo después de octubre, vamos a desarrollar el plan de ordenamiento territorial. Necesitamos crecer de manera ordenada y organizada y planificada. Es un gran desafío. En catastro, tenemos apenas un 20 a 22% de cumplimiento tributario. El 80% del contribuyente no paga impuesto inmobiliario. Mi sueño es cambiar la cara del transporte público urbano...

- Uno se imagina Ciudad del Este con buses eléctricos silenciosos y cómodos, avenidas iluminadas de noche como si fuera de día por la influencia de Itaipú...

- Acá lo que abunda son los buses chatarra. Son una porquería. El municipio tiene que tomar intervención en la participación del transporte en un 50% o más. Como municipio vamos a poder comprar los buses cero kilómetro eléctricos. Desgraciadamente el municipio no tiene ningún tipo de respaldo de Itaipú. Es más, desde que subí como intendente, la Itaipú cortó todos los convenios y asistencia que tenía el municipio. Por ley, recibimos por supuesto los royalties que otorga Itaipú a todas las intendencias del país y los fondos de Fonacide. Después nada.

- ¿Es represalia por ser ustedes de oposición?

- Claramente que es así. Obviamente reclamamos pero no pasa nada. Es el tipo de represalia que recibimos por no ser un gobierno colorado.

- ¿Qué debería aportar Itaipú a la ciudad?

- En el lado brasileño se ven sus aportes. Al cruzar nomás a Foz ya se ven sus grandes avenidas iluminadas, sus centros de convenciones, polideportivos, centros de alto rendimiento; todo construido por Itaipú. Esos aportes no vemos en Ciudad del Este ni vamos a ver a no ser que haya un cambio de Gobierno..

- ¿Qué promesa no pudo cumplir?

- Comprar la planta de asfalto. Hice una promesa de un kilómetro de asfalto por día. Prometí conseguir las vacunas. Tampoco pude cumplir. Con la planta de asfalto tuvimos problemas con la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas. La licitación fue impugnada por dos o tres empresas que participaron. Por tanto embrollo, decidí cancelar la licitación y se usaron los fondos en la construcción de empedrados.

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