El Ministerio de Obras Públicas y la comisión nacional dieron inicio a las tareas de limpieza de cauces que conducen al Pilcomayo hasta el interior de nuestro Chaco.
En el sector de la embocadura del canal paraguayo, equipo vial del MOPC y de la empresa Talavera Ortellado Constructora (Tocsa) están trabajando para que siga escurriendo el agua.
La administración de Mario Abdo Benítez logró mantener el ingreso ininterrumpido de aguas en los últimos dos años.
La bajante extrema del río, resultado de la temporada de sequía, obliga a mantener la boca del canal con un nivel por debajo del cauce principal, a fin de facilitar el escurrimiento en nuestro territorio.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El MOPC y la comisión del Pilcomayo resolvieron iniciar tareas de fortalecimiento del muro que rodea al poblado de Pozo Hondo.
Equipo vial llegará en los próximos días a la frontera argentina - boliviana para reconstruir sectores del murallón que están en riesgo de ceder a la presión de las aguas.
Alberto Jaime, miembro de la comisión vecinal, señaló que “el muro no está en condiciones de soportar una crecida. Si las aguas del Pilcomayo llegan a entrar es el fin de nuestra comunidad”.
Para evitar que Pozo Hondo corra el mismo destino que Pedro P. Peña, convertida en ciudad fantasma luego de una violenta ríada del Pilcomayo, en el transcurso de la próxima se tiene previsto comenzar a trabajar en el fortalecimiento del muro.
Arrastre de sedimentos
La empresa Consorcio Mistolar tiene a su cargo rehabilitar cauces que alimentan a la cañada La Madrid, con dirección al fortín General Díaz.
En este momento se encuentran trabajando a unos 80 kilómetros de la ribera del río, en las inmediaciones de la comunidad indígena Mistolar, del pueblo nivaclé.
Harry Klassen, responsable de los trabajos de limpieza en el sector, mencionó: “El trabajo es gigantesco. En las últimas dos inundaciones el nivel aumentó 2.5 metros. Ahora queda remover el inmenso arenal para permitir que las aguas puedan escurrirse sin dificultad durante la crecida de verano”.
Los equipos viales están trabajando en forma incesante porque, si bien comienzan los trabajos con buen margen de tiempo, el arenal que se debe extraer de los cauces implica un gran esfuerzo.
Sin agua en Gral. Díaz
La conexión fluvial entre la embocadura y el fortín Gral. Díaz se cortó por el bajo nivel del río.
Entre ambos extremos existen 400 kilómetros de distancia y el Pilcomayo no cuenta con suficiente caudal de agua para cubrir este tramo.
En la temporada invernal las lluvias son escasas. El río puede tener un extremo de bajante con un caudal de apenas tres metros cúbicos por segundo, cuando en períodos de crecida puede llegar a mil metros cúbicos.
El inicio temprano de los trabajos y dos años con ingreso ininterrumpido de agua puede tener como resultado una buena captación de agua en el verano. El tema es no parar los trabajos.
Las represas al sur de Gral. Díaz
Al sur del fortín General Díaz, en el departamento de Presidente Hayes, existen una serie de represas que impiden el escurrimiento natural del río.
Los diques levantados en el cauce del río Montelindo impiden a poblaciones enteras acceder al derecho de usufructo de las aguas.
Medio ambiente, pobladores y productores enfrentan graves situaciones por falta de agua, retenidas en forma ilegal a través de represas.
El fiscal ambiental Augusto Salas encabezó una serie de procedimientos y solicitó al juzgado de Villa Hayes la destrucción de los diques.
Buena parte de la responsabilidad en esta situación tiene el Mades, por su ineficiente actuación.