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Los procesados ,quienes soportan el juicio oral y público, son los hermanos Alcaraz González: Robert, Braulio y Arnaldo Ramón, todos oriundos del distrito de Caazapá, pero fueron capturados en la compañía 11 de Mayo del distrito de San Juan Nepomuceno, donde uno de ellos tenía su vivienda.
Mientras que Hugo Andrés González, quien era funcionario judicial del Palacio de Justicia de Caazapá, se habia entregado en el Juzgado de Gaantias de San Juan Nepomuceno en el 2020, Sigue prófugo, Daniel González Britos, posiblemente en la zona de la compañía Toro Blanco, una zona aledaña a la Reserva Tapytã.
Antes del inicio del juicio contra los supuestos asesinos de los guardaparques, Rumildo Toledo González (36), domiciliado en la compañía Ñumí de San Juan Nepomuceno, y Artemio Villalba (51), con residencia en la compañía Toro Blanco, del distrito de Tava’i, los familiares, amigos y compañeros de trabajo se manifestaron frente al Palacio de Justicia de Caazapá.
La madre de Rumildo Toledo, Paciana González pidió justicia, y dijo que los procesados alardean que tienen apoyo de políticos de la zona. Aseguró que los familiares y amigos de los guardaparques asesinados también van a utilizar la política para castigar a los corruptos en las urnas.
Indicó además que demasiado ya sufrieron porque tuvieron que enterrar a un ser querido asesinado cuando estaba cumpliendo con su labor de proteger nuestro medio ambiente. La mujer insistió que solamente pide justicia.
El Tribunal está presidido por el magistrado Eugenio Fusler e integrado por Carlos Antonio López y Mario Miranda. La acusación por parte del Ministerio Público está a cargo del fiscal César Martínez y como coadyuvante Federico Delfino.
Denuncian protección a sospechosos del crimen de guardaparques
El doble homicidio ocurrió el 18 de agosto de 2018, cuando los ahora procesados ingresaron a la Reserva Natural Tapytã, ubicada en San Juan Nepomuceno, con el objetivo de cazar animales silvestres en forma ilegal, cuando fueron sorprendidos por un patrulla de guardaparques de la Fundación Moisés Bertoni, quienes altearon a los intrusos, pero estos en vez de quedarse comenzaron a correr, iniciándose una persecución.
Los cazadores furtivos se dirigieron hacia el arroyo Tayay, que sirve de límite de la reserva forestal con la compañía Toro Blanco, pero un hombre parapetado hacia el otro lado del cauce hídrico comenzó a disparar a los guardabosques, hiriendo a Toledo y Villalba.
Toledo falleció en el mismo lugar, con su arma en la cintura, y Villalba fue auxiliado, pero falleció 14 días después en el Hospital de Traumas.