La escandalosa declaración jurada del exadministrador de “Nenecho”

Wilfrido Cáceres, exadministrador de Óscar “Nenecho” Rodríguez, realizó una bochornosa declaración jurada de bienes este año: dijo que tiene menos dinero, que vive en lo de sus suegros, que tiene los mismísimos gastos y la misma casita en Ñemby que reportó en el 2019. La realidad es distinta: posee una mansión en San Lorenzo, gastos en lujosos caprichos según muestra en redes, tiene varios vehículos además de comprar espacio televisivo y ostentar contrataciones internacionales de artistas. Terminó su residencia en plena pandemia del covid, mientras era el administrador del candidato colorado cartista y hacía compras con los fondos de emergencia.

Vivienda actual de Wilfrido Cáceres, jefe de Gabinete de la Municipalidad de Asunción.
Vivienda actual de Wilfrido Cáceres, jefe de Gabinete de la Municipalidad de Asunción.mariana ladaga

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La mansión que hoy día se levanta sobre varios lotes, de calle a calle, es imponente para Lote Guazú, en San Lorenzo. Luce grotescamente ostentosa en un muy modesto barrio que aún tiene vacas circulando por las calles: es la residencia de Wilfrido Cáceres, administrador de Oscar “Nenecho” Rodríguez, el colorado cartista que pugna por la ANR a la intendencia de Asunción.

Cáceres tuvo a su cargo la ejecución de los fondos de emergencia en la lucha contra el covid. Certificó, recibió y repartió las adquisiciones que hoy día están bajo la lupa de la Contraloría General de la República.

En su declaración jurada de este año, Wilfrido Cáceres reportó que él sigue viviendo en la casa de sus suegros, algo que ya había consignado en el 2019.

La realidad es diametralmente otra.

Una casa en Ñemby y un auto eran todo

En el 2019, mientras aún era contratado y figuraba como director del gabinete de la Junta Municipal de Asunción donde reinaba Nenecho Rodríguez, Wilfrido Cáceres hizo una modesta declaración jurada de bienes.

Decía que vivía con sus suegros en el barrio Santo Tomás de San Lorenzo, que tenía una casa en Ñemby que valía unos 207 millones de guaraníes y un vehículo sedán del año 2016 que valía 85 millones de guaraníes; con todo esto llegaba a un patrimonio neto de unos 292.808.00 guaraníes.

Es decir, todos sus bienes se resumían en una casa de Ñemby y un vehículo del 2016; decía que ganaba 17 millones de guaraníes y que gastaba cifras conservadoras: 345.000 guaraníes en celular, 500.000 en medicina y 1.000.000 en vestimenta, entre otros gastos que reportó.

Anualmente, decía tener egresos de unos G. 27.860.000, de los cuales 25.000.000 de guaraníes eran solamente en vacaciones.

Y de repente la magia del dinero del Covid

Wilfrido Cáceres pasó de ser jefe de gabinete de la Junta Municipal, gobernada por Nenecho en el 2019 a ser administrador de la intendencia municipal para terminar en esta última etapa como jefe del gabinete.

Con Nenecho fuera de la Municipalidad y en campaña para volver a ser jefe comunal, Wilfrido se convirtió en el jefe del gabinete y, según los funcionarios, en el verdadero intendente con un despacho decorado con negro predominante y un puntero con piedra preciosa que utiliza todo el tiempo.

La diferencia entre sus declaraciones juradas del 2019 al 2021 son burdas y peripatéticas.

Antes estaba como contratado, ahora ya está nombrado.

Antes ganaba menos plata, ahora gana más plata… pero su patrimonio bajó 17 millones de guaraníes según él.

Sus movimientos no han variado ni medio guaraní… exceptuando que su vehículo que según él reporta saltó de un modelo 2016 a un modelo 2019 sale solo un millón de guaraníes más caro.

Tiene “menos” plata... pero tiene una mansión

Aunque Wilfrido Cáceres gana hoy día más plata que antes, sigue reportando que vive en una casa que sería de sus suegros, donde en forma contigua funciona el consultorio odontológico de su esposa. Cuando hizo el reporte de sus DD.JJ. a mediados de este año, ya estaba viviendo en su mansión de Lote Guazú, San Lorenzo.

El exadministrador y actual jefe del gabinete de la intendencia de Asunción dice en su declaración jurada que hoy día tiene menos plata que antes. Sí, aunque resulte difícil de creer (de acuerdo a las últimas revelaciones) Cáceres dice tener un patrimonio que se redujo en 17.000.000 de guaraníes con dos años de diferencia pese a tener mayor ingreso, una mansión, más vehículos y los mismísimos egresos mensuales y anuales (ni un guaraní más ni menos).

El maquillaje de su declaración jurada es más desolador si se compara con la realidad de su mansión en el medio de un modesto barrio de gente trabajadora.

Ya en la época de construcción se podía observar la opulencia del administrador de Nenecho. Con un salario que no pasa de G. 20 millones logró hacer una edificación que es un derroche de cemento por doquier, aire acondicionado central, cerramientos con vidrios templados en la fachada y en el patio interior, en planta baja y en planta alta.

Los amplios balcones del piso superior están revestidos y cerrados con barandas de vidrio templado, revestimiento de piedras y un patio que sale a la calle posterior de los lotes donde se levanta. Los espaciosos balcones de la planta alta dan a un gran jardín con una piscina, jacuzzi, dos pergolados (uno construido sobre un deck simil madera y otro sobre el jardín, con cerramiento de toldo).

Internacionales como “los detergentes”

Pese a los millonarios gastos que le habrían implicado la construcción de su lujosa vivienda, Wilfrido Cáceres y su esposa no han privado de gozar de una vida de viajes, tanto a parques de Orlando, o las playas de Miami, en Florida (EEUU).

Por su faceta de músico, también siguió impulsando esa afición no precisamente de manera austera. Durante la pandemia incluso trajo a músicos internacionales, así como transformó su quincho es un completo set de grabación de shows artísticos.

Otro que habría incurrido en declaración falsa

Teniendo en cuenta que la mansión que se construyó ya estaba terminada para el momento que presentó su última declaración jurada, Wilfrido Cáceres habría incurrido al menos en el delito de Declaración Jurada Falsa, una discusión que está muy actual por el reciente caso del expresidente Horacio Cartes, que también omitió reportar a Contraloría la empresa offshore Dominacana Adcquisitions SA, que poseía en Panamá.

Demás está decir, que también es imposible de creer que con el meteórico ascenso patrimonial, no haya despertado ninguna alarma en la Secretaría Nacional de Prevención de Lavado de Dinero y Bienes (Seprelad) y la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET).

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