Promulgan cuestionada ley orgánica de la Procuraduría

El presidente Mario Abdo Benítez promulgó ayer la cuestionada Ley Nº 6837 por el cual “Establece las funciones y la Carta Orgánica de la Procuraduría General de la República (PGR)”, que está cargo del abogado Juan Rafael Caballero. Con este paso concluye el proceso legislativo y la PGR pasa a contar oficialmente con una Ley que determina pautas sobre el alcance del ámbito de su competencia institucional y organización.

Juan Rafael Caballero, procurador general de la República. Podría llegar a administrar el 10% de los bienes recuperados.
Juan Rafael Caballero, procurador general de la República.Archivo, ABC Color

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La Ley fue aprobada por el Senado el pasado 25 de agosto; y sancionada por la Cámara de Diputados el 13 de octubre último. Hasta ahora, la PGR carecía de carta orgánica y se manejaba en base a una acordada de la Corte Suprema de Justicia y decretos del Poder Ejecutivo.

La institución creada por la Constitución Nacional del 1992 para defender los intereses patrimoniales del Estado paraguayo. La nueva carta orgánica también establece las atribuciones del Procurador General, funciones de los Procuradores Delegados, honorarios profesionales, recursos económicos y patrimoniales, representación e intervención, facultades de gestión extraprocesales, competencia en investigaciones o procesos penales relacionados con hechos punibles contra el patrimonio del Estado”.

También tiene actuación en sucesiones vacantes, registro general de procesos, procesos internacionales, entre otros.

En el debate legislativo uno de los puntos más debatidos fue el artículo 14 de la ley, que autoriza a la Procuraduría en los procesos que sean necesarios, a contratar profesionales, asesores, peritos y otros auxiliares de justicia externos por fuera de lo que dispone la ley de Contrataciones Públicas.

En su momento, la senadora Desirée Masi (PDP) dijo que esto daría carta blanca al procurador de turno para contratar abogados “amigos”. Consideró que solamente en los casos de juicios internacionales se justificaba la contratación de profesionales de prestigio.

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