Poco después de las 01:30, cuando el local del Yacht y Golf Club Paraguayo donde se estaba desarrollando la fiesta El Retrovisor, con asistencia completa, los efectivos del departamento Homicidios y agentes de la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales (FOPE) dirigidos por el fiscal de Crimen Organizado Lorenzo Lezcano irrumpieron en el dúplex, en el cual estaban escondidos los presuntos sicarios de la organización criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC).

En el lugar fueron sorprendidos y capturados quienes dicen ser Alcides Ramão Mendoza Sánchez (36) y Gabriel Pereira Ferreira (28), brasileños, y Francisco Brítez Silva (30), paraguayo, buscado por tentativa de homicidio. Estos tenían en su poder pistolas calibre 9 milímetros con cargadores adicionales, municiones, pasamontañas y otros equipos tácticos, así como un vehículo en el que estaban a punto de salir de la casa.

Los tres ya fueron imputados por los hechos de violación de la ley de armas, las pistolas que tenía contaban con selector de tiros, para efectuar disparos en ráfagas, también fueron incriminados por asociación criminal, por lo que se pidió la prisión preventiva de ellos, según explicó el agente fiscal Lorenzo Lezcano.

Eran siete e iban a usar dos armas largas

Agentes del departamento Homicidios recibieron el dato de un informante que un grupo conformado por al menos siete sicarios se habían instalado en Asunción con el objetivo de asesinar a un presunto capo, que según fuentes oficiales sería el fugitivo Waldemar Pereira Rivas, de 41 años de edad, alias Cachorrão.

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Supuestamente, la muerte de Cachorrão fue ordenada por los mismos jefes del PCC a causa de los problemas que le ocasionó a dicha facción tras ser identificado por la Fiscalía de nuestro país como el organizador del homicidio del periodista brasileño Leo Veras, ocurrido el 12 de febrero de 2020 en Pedro Juan Caballero.

Cachorrão fue detenido por este caso pero un Tribunal de Pedro Juan Caballero lo liberó, sin embargo el veredicto fue revocado por un Tribunal de Apelaciones que ordenó nuevamente la captura del sospechoso, quien nunca más se presentó.

En un minucioso trabajo desplegado por los agentes de Homicidios y el fiscal Lezcano se pudo confirmar la presencia de los matones en Asunción , también se confirmó la información de que Cachorrão estaba escondido en algún punto de la Gran Asunción. Con trabajos de vigilancia y seguimientos, los agentes obtuvieron la información de que los matones alquilaron una residencia muy cerca del sitio donde se iba a desarrollar El Retrovisor y que el atentado probablemente iba a ser durante la concurrida fiesta, donde esperaban iba a asistir el objetivo Cachorrão.

Sin embargo, como nada era seguro, un grupo de agentes ingresó a la farra para buscar y capturar si es posible al objetivo antes del ataque. Pero como el fugitivo no fue ubicado entre los concurrentes en ese momento, finalmente decidieron allanar el aguantadero, donde apresaron a los tres asesinos a sueldo.

Faltan otros cuatro

El fiscal Lorenzo Lezcano confirmó que falta la captura de otros cuatro miembros de la banda que aparentemente estaban escondidos en otro punto de la ciudad que no pudo ser detectado por los uniformados. Aparentemente, estos podrían ser identificados en las próximas horas y la misión de ellos habría sido asegurar al objetivo con armas largas, fusiles de gran poder de fuego, pero debido a que sus cómplices cayeron, se presume y regresaron a la zona del Amambay, frontera con el Brasil.

Un dato muy importante es que en el lugar allanado fueron halladas comidas y bebidas como para un mes y las compras fueron hechas en Asunción por una persona que no está entre los detenidos, pero que también sería identificada muy pronto.

Más letal que el ataque en Ja’umína Fest

Los investigadores, tanto de la Fiscalía como de la Policía, señalaron que este atentado sería mucho más letal que el ocurrido el 30 de enero del 2022 durante el festival Ja’umína Fest, donde fallecieron el presunto narco Marcos Ignacio Rojas Mora y la influencer Cristina Isabel Aranda de Torres.

Supuestamente el plan era que los sicarios debían usar armas largas ya que el objetivo siempre anda protegido por al menos tres matones, lo que generaría un fuego cruzado en el que muchos de los asistentes al evento podrían ser alcanzados por las balas, dijeron los investigadores.

Se esconden en la Gran Asunción

En los últimos tiempos varios capos narcos que estaban afincados en la zona de Pedro Juan Caballero, frontera con el Brasil, que tienen problemas con otras facciones criminales., decidieron usar Asunción y algunas ciudades del departamento Central para ocultarse. Esto, porque la zona es mucho más grande y habitada, y no permanecen mucho tiempo en un lugar, para lograr despistar a sus enemigos y a los policías.