El talento artesanal de Tobatí y Piribebuy resaltó en importantes escenarios internacionales, demostrando que el arte y la cultura paraguaya se encontraron de manera única con el deporte y los grandes eventos del mundo.
En los últimos meses, competencias internacionales celebradas en el país tuvieron un sello especial: los premios entregados a los campeones no fueron simples trofeos, sino verdaderas obras de arte creadas por manos paraguayas, cargadas de identidad, historia y tradición.
En la compañía Rosado, de Tobatí, el artesano Néstor Portillo fue el encargado de dar forma a las máscaras talladas en timbo rapo (raíz de timbo), que representaron los rostros de Tika y Tiko, mascotas oficiales de los Juegos Panamericanos Junior ASU 2025. Cada pieza fue trabajada y moldeada artesanalmente, reflejando la creatividad y dedicación de un oficio transmitido de generación en generación.

Desde la compañía 21 de Julio, Sandra Ortega y su familia aportaron su arte al Rally del Paraguay 2025, elaborando 15 trofeos inspirados en el tradicional kambuchi. Esta vasija de cerámica, utilizada desde tiempos antiguos para conservar agua, simbolizó la hospitalidad, la abundancia y el respeto por lo sagrado.
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Convertido en trofeo, el kambuchi se transformó en un puente entre la velocidad del automovilismo y la profundidad de la identidad paraguaya.
Cada pieza fue trabajada a mano, pulida y pintada, convirtiéndose en un objeto único que trascendió su valor como galardón deportivo.

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El poncho para’i llegó a Japón
La maestra artesana Rosa Segovia llevó el Poncho Para’i de 60 listas hasta Japón, donde mostró al mundo la riqueza de la tradición textil paraguaya. Realizó demostraciones en la Expo Osaka 2025, compartiendo su talento y dejando una profunda huella cultural.

Declarada Tesoro Nacional Vivo, Segovia representó a Paraguay ante un público que se maravilló con la delicadeza, la precisión y el valor cultural de su trabajo. Desde su taller, llevó al escenario internacional una prenda que trascendió la vestimenta para convertirse en símbolo de identidad, memoria histórica y orgullo nacional.
El poncho paraguayo también estuvo en Ecuador
Con manos que conservaron siglos de tradición, Fidelina Burgos, maestra artesana del Poncho Para’i de 60 listas, representó a Paraguay en el Festival de Artesanías de América (FAAM), realizado en Cuenca, Ecuador.
El evento fue organizado por el Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (CIDAP) y celebró su vigésima tercera edición, teniendo a Paraguay como país invitado de honor.

Su participación se enmarcó dentro del Plan de Salvaguarda del Poncho Para’i de 60 listas, impulsado por la UNESCO, que busca proteger y difundir una de las expresiones más emblemáticas del patrimonio cultural paraguayo. Cada hilo entrelazado contó la historia de mujeres que aprendieron observando a sus madres y abuelas, y de una tradición que resistió al paso del tiempo.
De esta manera en este 2025, los artesanos de Tobatí y Piribebuy se destacaron no solo por su maestría y creatividad, sino también por llevar la identidad paraguaya a escenarios internacionales, dejando una huella imborrable de arte y tradición.
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