A infractores extremos, medidas extremas

Un inspector de la Unidad Operacional Nº 3, en zona terminal, se vio en la obligación de recurrir a un mecanismo extremo, para detener a una infractora que iba muy distraída mirando el celular. Se subió al capó del vehículo y así recorrió varios metros.

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El hecho ocurrió este viernes alrededor de las 10:45, en la zona de la Terminal de Ómnibus de Asunción.

En la calle María Felicidad González, el inspector de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) Francisco Gómez se percató de que una conductora iba muy distraída mirando su teléfono celular mientras manejaba, por lo que decidió detenerla para impedir la infracción, que podría poner en peligro a transeúntes y ocasionar accidentes de tránsito.

Al momento en que detuvo a la conductora, esta no quiso frenar, y muy por el contrario, se determinó a atropellar al inspector y seguir su camino a cualquier precio, por lo que el efectivo tuvo que recurrir a un mecanismo de defensa un tanto extremo, con el fin de evitar un riesgo mayor: el de ser atropellado.

El uniformado subió al capó del vehículo y encima de este viajó por varias cuadras, hasta que finalmente la conductora de un automóvil que iba enfrente, decidió cerrar el paso a la infractora y ayudar de esta forma a que el inspector pueda bajar del capó, para cobrar la infracción a la mujer.

Finalmente, la mujer fue acercada hasta la oficina de guardia de la Policía Municipal de Tránsito donde charló en forma más calmada con los inspectores, reconoció su equivocación y abonó la multa, consistente en 11 jornales (G. 893.772).

El jefe de la Unidad 3, Blas Sosa, explicó a ABC Color que la sanción pudo ser más grave, pues se le pudo haber sumado a la infracción el desacato, que es considerada una falta gravísima y por la cual se cobran de 11 a 20 jornales.

Además, pudo ser peor el panorama, pues el Código Penal contempla las agresiones por parte de los conductores. Si el inspector decidía realizar una denuncia en el ámbito del Ministerio Público por agresión, pero tomó la determinación de no recurrir a lo penal, pues no sufrió ninguna herida.

“Esperemos que le sirva de lección a esta conductora y a todos, que no deben priorizar sus cuestiones personales por encima de las normas generales de tránsito. Distraerse con el celular cuesta carísimo”, puntualizó el jefe de la PMT zona terminal.

Finalmente, añadió que subir al capó de los vehículos no es un procedimiento normal de la PMT, sino que es un mecanismo de defensa ante la inminencia de un riesgo mayor de ser atropellado por el infractor.

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