Aparentemente, la información se filtró en la Unidad de Salud Familiar de Edelira 28, Cuarta Línea, donde la madre retira la medicina para combatir el mal. Las niñas, de 11 y 13 años, fueron atacadas por sus compañeros de escuela.
El hecho ocurrió, el martes pasado y las adolescentes desconocían su condición. Al enterarse a través de sus compañeros quienes las llamaros "sidosas", se negaron a regresar a clases. Una de ellas, habría expresado desear quitarse la vida, situación que alarmó a su madre.
La directora de la institución educativa, Carol Fernández, dijo que se les garantizará concluir el colegio. No obstante, se mostró muy molesta al enterarse de lo sucedido y más aún luego que la denuncia llegó hasta el Ministerio de Educación.
La madre, quien se gana la vida lavando ropa, también es discriminada en la comunidad de Edelira y debe trasladarse hasta María Auxiliadora para trabajar. Compungida y llorosa, lamentó la situación y deploró el trance por el que atraviesan sus hijas, quienes no quieren volver a la escuela "nunca más".
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La Organización No Gubernamental Mujeres Opumi emitió un comunicado exigiendo la intervención de las instituciones encargadas de velar por los derechos de los niños y niñas en situación vulnerable. Menciona la Ley 3940/09 y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La directora de la Niñez del Ministerio de Educación y Cultura, Sonia Escauriza, garantizó la contención psicológica para las niñas e incluso la presencia de educadores en el domicilio de las víctimas. "Gente adulta está detrás de esta infamia y la madre tiene todo el derecho de denunciar penalmente a los responsables de la filtración", sostuvo.
