El principal componente a ser analizado, en palabras del exdiputado colorado, es el gasto que implicaría la ejecución del proyecto. “Esto tiene un costo; en el caso de implementarse, tiene que ser absorbido por parte del Estado, a través de un subsidio especial o a través de los subsidios de los partidos políticos”, señaló.
El monto de G. 3.600 millones que contemplaron como inversión para el proyecto surgió estimando que en el área metropolitana se mueven aproximadamente 600.000 pasajeros de ida y vuelta en un día normal. Esto hace 1.200.000 pasajes en el día.
También habló sobre los desafíos de la puesta en práctica del proyecto, donde destacó que se tiene que considerar el itinerario que cada línea de transporte realiza, además de una forma de fiscalización que garantice el cumplimiento del traslado.
Afirmó que “no existe una capacidad real para realizar este trabajo” y que las fiscalizaciones se tendrían que hacer a partir de las declaraciones de los transportistas.
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Resaltó además que la seguridad es otra de las aristas que se deben tener en cuenta, ya que es primordial encontrar un sistema que evite conflictos entre simpatizantes de un partido u otro que se encuentren en los colectivos.