Un sistema de tormentas se desplazó durante todo el fin de semana por varias de las ciudades que conforman el Chaco Central, como Filadelfia, Loma Plata y Boquerón (Neuland), para dar lugar a abundantes lluvias.
Las precipitaciones acumularon agua entre 50 a 140 milímetros en algunos puntos, y aplacó temporalmente la ola de intenso calor que orilló los 43 grados de sensación térmica (incluso más en muchas localidades).
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Sin embargo el agua, tan esperada en el Chaco da lugar a otro gran inconveniente. Específicamente, caminos de tierra intransitables, los cuales muchos quedan inundados por varios días hasta que se pueda nuevamente circular. Así lo reportan pobladores de la zona del Pilcomayo y de la Picada 500, que utilizan caminos alternativos para llegar a destino.
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El mayor temor de muchos de los pobladores es el aislamiento, ya que los caminos cortados afectan también a varias comunidades nativas de la zona. Irremediablemente deben realizar un trayecto más largo para salir de sus comunidades.
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Según el pronóstico de las principales estaciones meteorológicas, no se esperan lluvias importantes en esta semana y tampoco en toda el área de influencia del río Pilcomayo.
Pobladores hablan que es “cuestión de tiempo” que algunos de los tramos puedan ser nuevamente utilizables, pero igualmente muchos de los caminos ya están abandonados hace mucho, por las autoridades, las cuales alegan no poseer los recursos para mantener los mismos incurriendo en la desidia.
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