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El chofer de la Comuna de Ypejhú reveló, tras su detención, a los fiscales Sandra Quiñónez, Lorenzo Lezcano y Christian Royg, que aquellos “secretarios” que se negaron a cumplir las órdenes de Vilmar Acosta de ejecutar al corresponsal de ABC Color, corrieron la misma suerte, es decir fueron asesinados.
De esta manera el “clan” dominaba la zona potenciando la mafia que iba convirtiendo en tierra de nadie una parte de Canindeyú, cuya organización fue la que propició la ejecución del comunicador por la serie de investigaciones y publicaciones que realizaba contra la poderosa mafia del narcotráfico.
Estas fuertes declaraciones forman parte del compendio de información que ofreció Cabrera, quien se ratificó en señalar que fue el propio Neneco quien ordenó el asesinato de Pablo Medina, atentado en el cual también perdió la vida la joven Antonia Almada.
El detenido, quien había confesado a la Policía su participación directa en el mortal ataque, ha caído en varias contradicciones y hoy manifestó lo contrario, sosteniendo que Wilson Acosta Marques y Flavio Acosta, hermano y sobrino respectivamente de Vilmar, fueron los autores materiales del doble crimen.
Cabrera también había mencionado que tras consumarse el asesinato, recibiría protección y hasta una segunda identidad para escapar de la justicia, ayuda que nunca la concretó su patrón, quien sigue refugiado en la clandestinidad.