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El agente del Ministerio Público sostuvo que ni bien se tuvo conocimiento de la denuncia del ataque a la estancia Macchi Cué, ubicada en Cuero Fresco, un fuerte contingente policial realizó rastrillajes por tierra y aire pero no se halló evidencia alguna.
“No hubo una descripción de cómo estaban vestidos (los atacantes), o sea cualquiera pudo haber sido y tampoco dejaron la clásica advertencia que acostumbran y en las inmediaciones tampoco se halló campamento alguno”, explicó el fiscal Cazal a radio Ñanduti.
Según detalló el fiscal, fueron cuatro hombres quienes se adentraron en el establecimiento ganadero y advirtieron al personal en forma verbal que debían abandonar la estancia “si o si” para la noche de este jueves, o regresarían e incendiarían el lugar.
Por otra parte, manifestó que la policía local desplegó un operativo de cobertura en el perímetro con el fin de garantizar la seguridad.
PROPIETARIO ABANDONÓ ESTANCIA
Tras lo ocurrido, el colono brasileño que arrenda el inmueble decidió abandonar el sitio y ordenó que sus peones se retiren, con el fin de evitar que la amenaza sea consumada por los malvivientes.
La estancia es utilizada para la cría de cabezas de ganado.