Lucas Lugo es un niño de diez años que se encuentra en tratamiento por un problema renal y necesita un trasplante de riñón para recuperarse plenamente. Aunque actualmente su vida no corre peligro, explicó a ABC Color la doctora Marlene Martínez Picco.
En el Instituto de Previsión Social, Lucas debió ser sometido al trasplante de un riñón, pero no fue posible porque los médicos se percataron que se encuentra con un cuadro respiratorio agudo catarral, lo cual representa un peligro de complicaciones en quirófano, señaló Martínez Picco.
Son situaciones que se dan y en este caso es el motivo por el cual Lucas deberá esperar un nuevo donante compatible.
Lo que pasa es que un órgano donado no debe pasar las doce horas para ser trasplantado a un paciente, señaló en contacto con este medio el doctor Hugo Espinoza, del Instituto Nacional de Ablación y Transplante (INAT).
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Dijo que el órgano fue enviado para un estudio denominado anatomía patólogica, donde un especialista preparará un informe con todas las características del órgano, que lastimosamente ya no podrá ayudar a otro paciente.