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La Lic. Rocío Barreto, directora de Vida Silvestre de la Secretaría del Ambiente (Seam), explicó a ABC Color que el ejemplar actualmente se halla bajo observación por el especialista en cetrería, Raúl Palacios Princigalli, quien lo encontró y capturó este lunes en inmediaciones del aeropuerto.
Se trata de una especie originaria del Paraguay, no exótica – aclara Barreto – como se informó en un primer momento, y su hábitat se encuentra es el Parque Guasu Metropolitano, donde sería liberado mañana de no presentarse inconveniente alguno.
“El Parque Guasu es una franja de los humedales del arroyo Itay, que forma parte de la cuenca del río Paraguay. Hay matorrales que hacen de corredores biológicos. Este felino, de mediano porte, usa estos corredores y recorre así un mayor territorio, y así fue que llegó a las cercanías del aeropuerto”, refirió.
Precisó que la dieta del Yagouaroundi se basa en pequeños mamíferos, aves, anfibios y reptiles, y son muy activos especialmente durante el día. Su alimento favorito en su hábitat, el apereá, un pequeño roedor, queda al descubierto cuando el césped es cortado en las cercanías del aeropuerto, lo que podría explicar la presencia del felino en ese sector poco usual.
Sostuvo que no representa un riesgo para los humanos en caso de toparse con uno, pues en líneas generales, los animales silvestres son tímidos sin embargo su presencia en la zona aeroportuaria si podría representar un riesgo, pues podrían invadir la pista y ser atropellados por los aviones o vehículos que circulen.
El hallazgo de este ejemplar es una noticia muy auspiciosa, asegura la profesional, pues se han tenido avistamientos y se han encontrado huellas de esta especie, lo que refuerza la teoría de que existe más de un felino de esta especie en el Parque Guasu. “No es seguro, pero se podría dar que exista más de un ejemplar, porque el que yo misma vi, en el 2012 caminando por el parque, era de un ejemplar grisáceo y el que se capturo hoy es uno marrón rojizo”, aseveró.
Si bien el Puma Yagouaroundi no está catalogado como una especie en peligro de extinción, forma parte del apéndice dos – explica Barreto – categoría que si bien no abarca un rango de amenaza directo, es una llamada de atención pues es una especie controlada por su caza para la comercialización en el exterior.
Finalmente sostuvo que es preciso crear un programa de monitorización y rescate de animales silvestres que se aventuren más allá del parque con el fin de preservarlos y además apostar por mejorar la información sobre las especies que habitan en el parque y evitar así que sean maltratados o generen pánico en las personas que concurren a practicar deportes.