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En la parroquia se abrirá el domingo 22 de noviembre la capilla de Adoración Perpetua al Santísimo Sacramento que funcionará las 24 horas al día. La charla en la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción de San Juan Bautista se realizó a pedido del párroco, Milciades Olmedo.
Las monjas ermitañas, que se dedican a la vida contemplativa de oración, ofrecieron este sábado orientaciones de cómo orar, cómo ora la Iglesia y cuál es la diferencia entre el rezo y la oración.
La hermana Ana María López señaló que es fundamental conocer los modos de adorar y de orar a Jesús sacramentado “porque para estar delante de Jesús en una capilla de adoración perpetua hay que conocer cómo oramos, cómo ora la iglesia y cómo oraron los hermanos del antiguo testamento”.
Añadió que cada cristiano tiene que aprender no solamente a rezar fórmulas sino a orar, que es vivir una relación filial con Dios.
La monja Ana María señaló que es fundamental la oración para vivir en comunión con Dios, “nuestro padre”, enfatizó. Agregó que muchos dicen no tener tiempo para rezar, pero que no se trata de tiempo, sino querer vivir en comunión con Dios. “Si buscamos la comunión con Dios, él nos dará el tiempo para la oración”, dijo la hermana Ana María, al tiempo de señalar que se profundiza la fe cristiana a través del diálogo con Dios.
Explicó que estar en comunión con Dios es como tener un tubo de oxigeno. “El cristiano el que está comprometido en una parroquia o una iglesia, necesita de la presencia viva de Jesús constantemente para oxigenar y profundizar la fe”.
Señaló que la vida en el mundo actual no es fácil, pero cuando estamos en comunión con Dios es más llevadero. Subrayó que el mundo está lleno de ruido, donde a Dios es difícil de escuchar a Dios. “Por eso es importante el silencio, no solo el silencio exterior de apagar televisor, música, Twitter y todos los medios modernos, sino el silencio interior”, agregó.
Aclaró que en el mundo en que estamos inmersos en sí no es malo, solo que las herramientas que ofrece este mundo, se utilizan mal o “mal orientamos y es por eso que las cosas del mundo está mal”.
La Congregación religiosa de Monjas Ermitañas de la Santa Cruz, es una fundación paraguaya que fue abierta hace un año y seis meses, en San Ignacio de las Misiones. La apertura de la Congregación, en el barrio Santo Angel, es una iniciativa del obispo diocesano monseñor Mario Melanio Medina.
Son monjas que se dedican enteramente a la vida contemplativa y son ermitañas porque en lugar de vivir en comunidad, viven en soledad, en el Monasterio.
La hermana Ana María López y Carolina Alonso explicaron las monjas ermitañas viven en su Ermita en su pequeño monasterio, donde vive, estudia y reza y ora por toda la humanidad. “Tenemos el corazón dilatados para todos”, concluyeron.