La unidad de la empresa paraguaya de ómnibus Expreso Guaraní fue interceptada en la madrugada del miércoles sobre la ruta PR 444 en Maringa, Brasil, cuando se dirigía con destino a San Pablo.
A bordo iban 25 pasajeros más los tripulantes: dos conductores y dos azafatas. El chofer, en ese momento, fue intimidado por disparos de armas de fuego que provenían de un vehículo en el que iban cinco desconocidos.
Tras detener la marcha, fueron obligados a dirigirse hacia un camino fuera de la citada ruta, siendo las 3:00 de la madrugada. Ya en el lugar, ordenaron a los pasajeros descender del vehículo para luego inspeccionar el interior y apropiarse de todas las pertenencias de los mismos.
Los piratas del asfalto actuaron con armas de fuego y a cara cubierta, y no dejaron a ninguna persona herida durante el asalto. Antes de marcharse tomaron la llave del bus, dejando abandonados a su suerte a los pasajeros y tripulantes.
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Borgognon señaló que fue alertado del hecho a las 6:00, por lo que comenzó con las gestiones para atender a los pasajeros.
"Contratamos a un ómnibus de Brasil para buscar a los pasajeros y llevarlos para prestar declaración y luego llegar a su destino que es San Pablo", acotó.
“Ocurre en la misma zona de Maringa, ya sea hacia Foz o hacia San Pablo, la zona peligrosa de 200 km, sobre la ruta PR 444 y PR 317”, expresó a ABC Digital.
Señaló que es difícil tomar medidas de seguridad y que la única opción para evitar ser víctimas de los piratas del asfalto es viajar en caravana con otras compañías de transporte.
Los primeros tres asaltos ocurrieron el 24 de mayo, el 1 de junio y el 18 de julio.
