Rechazado en el Centenario 

Socios del Club Centenario están juntando firmas para solicitar a la directiva de la entidad que el diputado José María Ibáñez sea expulsado como miembro del club. “Si no lo podemos expulsar de la Cámara, echémoslo de nuestro club”, afirman.

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La iniciativa surgió a partir del socio Fernando Mernes Velazco, quien planteó a los demás socios presentar una nota dirigida a la Comisión Directiva del Club Centenario, anexada con toda la cantidad de firmas que les sea posible colectar por parte de los socios, de manera a reforzar el peso del pedido, en el cuál dejan en claro que quieren a José María Ibáñez fuera de la lista de miembros del club.

La solicitud de expulsión del diputado será presentada ni bien se colecten todas las firmas necesarias. Para ello en la recepción del club está disponible una carpeta desde este martes, de manera que todos los socios interesados se acerquen a firmarla y respaldar así el pedido de expulsión de Ibáñez.

“¡Si no lo podemos expulsar de la Cámara de Diputados, echémoslo de nuestro club!”, expresa el comunicado escrito por el socio Fernando Mernes, impulsor de la iniciativa.

El socio pidió también el apoyo de los socios “que sepan de la parte jurídica interna del club y que nos ayuden a ver la mejor vía para llevar a cabo esto”, señaló Mernes, quien hizo averiguaciones y corroboró que Ibáñez es socio activo del club, por lo que decidió hacer el reclamo.

“Este señor, ladrón autoconfeso, va a seguir siendo diputado nacional y se seguirá riendo de todos nosotros. Estoy cansado de que estos políticos nos traten de estúpidos y nosotros no podamos hacer nada. Me niego a creer que no podamos reaccionar ante estos inescrupulosos y ellos sigan sus vidas tan tranquilos”, menciona otra parte del comunicado.

Una vez que se logren las firmas suficientes, la nota será enviada a la comisión directiva del club y dependerá de sus autoridades tomar la decisión de que el diputado conocido por el caso “caseros de oro”, siga siendo miembro de la entidad o no.

El caso comenzó en el 2013, cuando en su calidad de diputado Ibáñez pidió la contratación de Favio Gómez, Viviana Falcón y Ever Falcón para prestar servicios en la Cámara de Diputados en calidad de auxiliares administrativos. En agosto de ese año fueron contratados, pero luego se descubrió que en realidad trabajaban como caseros en su quinta de Areguá. Ibáñez certificó documentos a través de los cuales se confirmaba la asistencia de los tres a la Cámara de Diputados, aunque luego se corroboró que no concurrían.

Se pudo comprobar también que Lorena del Pilar Plabst de Ibáñez, esposa del parlamentario, depositaba en su propia cuenta bancaria los cheques correspondientes a los salarios de los tres caseros.

Además de ser blanqueado en la estafa de los “caseros de oro”, la Fiscalía también dejó en el "oparei" una estafa vinculada a Ibáñez para quedarse con miles de hectáreas del Indert que son para la reforma agraria, en el Chaco, usando como testaferro a otro funcionario a su cargo.

 

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