/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/ICIFDVNH6FHCPJ4SQZNQKUBSFA.jpg)
Cargando...
Nina Stewart, responsable del “quiosco solidario”, una iniciativa que se mantiene exclusivamente en base a la solidaridad de la gente, lamentó el robo, sobre todo porque son utensilios que utilizan a diario para dar comida a entre 40 y 50 niños y adultos al día.
“Nos robaron las dos cocinas a inducción, nos llevaron la cacerola grande y en este momento no hay para calentar. Los niños están viniendo, se les está dando leche con galletitas. También robaron hace unos días un pequeño parquecito para los más pequeños con unas hamaquitas con forma de caballitos”, indicó Stewart.
Esta mañana se encontraron con la lamentable noticia de que forzaron la puerta del quiosco y se llevaron lo que pudieron. “Con palanca se ve que violentaron; no llevaron el microondas porque el agujero que hicieron no daba para que lo saquen. Por eso, gracias a Dios, salvamos el microondas, pero (robaron) las dos placas de inducción, una de dos placas y otra individual, es donde cocinábamos todos los días, porque primero que la cocción es más rápida y segundo que no tenemos problemas de gas y nos manejamos”, expresó.
El jueves pasado ocurrió el robo de un juego para niños que ni siquiera tuvieron tiempo de instalar. “Nos enteramos cuando vinieron los niños para jugar. Era un parquecito chiquito que usaban los más pequeños para que no les golpeen los grandes y, bueno, ahí nos dimos cuenta. Pusimos con cadena para luego poder fijar con cemento, prácticamente. Era nuevito, y bueno, rompieron y llevaron”, lamentó.
Stewart cree que pudo haber sido gente que conoce lo que hay en la casilla, lo cual le duele más aún. “Es una tristeza porque todo es para ellos. Creo que gente que son parte de los que reciben seguramente son parte de esto y perjudican a los demás. Lo más probable es que sea gente que consume drogas”, consideró.
Pese al golpe anímico que puede representar esto, Stewart se mostró con una fortaleza admirable y sin que el episodio hiciera mella en su sentido solidario. ”No es mucho, pero nos perjudica (monetariamente) sobre todo porque son donaciones. Nosotros trabajamos en base a donaciones, la heladera, la cocina, todo. Pero, bueno, Dios nos proveerá y nos dará más seguramente”, finalizó.