A la mujer, identificada como Juana Quiñónez, de 25 años, le anunciaron que estaba embarazada, pero en la noche del pasado sábado 28 comenzó a sufrir fuertes dolores y sangrado, según denunció su esposo, Fernando González, a ABC Color.
Ante los síntomas, su marido la trasladó inmediatamente al hospital Central del Instituto de Previsión Social, donde la mujer es asegurada. Una vez que los médicos la atendieron, informaron que en realidad el embarazo fue fallido, pues no se formó el embrión y la mujer solo tenía la placenta en el vientre.
Por lo mismo, según dijeron los doctores, era urgente extraer esa placenta y realizarle una limpieza.
Esto le resultó sumamente llamativo al matrimonio, teniendo en cuenta que pocos días antes le habían realizado una ecografía, en la que le habían dicho que se escuchaban los latidos del corazón del embrión, y que tenía 8 semanas de embarazo.
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Para realizar ese procedimiento, le recetaron la droga denominada Prostaglandina, componente de la pastilla Cytotec, que había sido prohibida por resolución ministerial, debido a que le ha costado la vida a numerosas mujeres en nuestro país.
El inconveniente inició cuando Fernando quiso retirar el medicamento de la farmacia del IPS y le dijeron que no lo tenían disponible, pero que de todas maneras necesitaba obtenerlo urgentemente para que se le pueda practicar la intervención a su esposa.
Así que Fernando empezó a recorrer una por una todas las farmacias particulares, pero en absolutamente todas le dieron la misma respuesta: la comercialización de este medicamento está prohibida.
El desesperado hombre preguntó a las farmacéuticas cual era la alternativa, a lo que en su mayoría le respondieron que solo conseguiría la droga en el mercado negro, dirigiéndose a una zona cercana al Mercado 4, donde el compuesto se comercializa de manera ilegal.
No queriendo resignarse a ser cómplice de la ilegalidad, el hombre trasladó a su esposa hasta el Hospital Materno Infantil de Fernando de la Mora, y luego al Materno Infantil de Capiatá, donde le dijeron que no podían “tocar” a la paciente, pues esta es asegurada del IPS.
Sin saber qué más hacer, el matrimonio regresó al IPS y explicó la situación a la médica que les había recetado el compuesto, Sandra Burgos, pero como única respuesta, la doctora les dijo que sin ese medicamento, “no podrían hacer nada” por la mujer. Con mucho dolor, Fernando González relató que la profesional, que en la receta figura como “médica residente”, miraba atentamente los mensajes de texto de su teléfono celular mientras ellos le hacían la consulta, y que incluso le pidieron por favor si podía dejar el teléfono y prestarles atención. Finalmente, la propia doctora le sugirió al matrimonio que consiguiera la pastilla “hacia el mercado 4”, donde se comercializa de forma ilegal.
Indignado, Fernando González expresó que no desea ir a obtener la pastilla de forma ilegal, pues siendo su esposa asegurada de la previsional, considera que no corresponde involucrarse en el mercado negro, teniendo además una receta con firma y sello de una profesional.
La mujer lleva más de 24 horas buscando el medicamento, y conforme pasa el tiempo, temen que la permanencia de la placenta en el interior de su organismo pueda poner en riesgo incluso su vida.
Recurrimos a la directora de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud, María Auxiliadora Vargas, para consultarle qué puede hacer una persona que se encuentra ante esta emergencia.
Recordemos que por la resolución ministerial número 471/16 de agosto de 2016, la comercialización del Cytotec está absolutamente prohibida en las farmacias particulares. El medicamento solo se puede administrar en las farmacias de los hospitales públicos, privados o en el Instituto de Previsión Social.
Al comentarle la situación que se encontraba viviendo la pareja que realizó la denuncia, la directora afirmó que en cualquier hospital Materno Infantil del país tendrían que proporcionarle esta medicación a la paciente.
La titular de Vigilancia Sanitaria añadió que existe un canal de comunicación entre el IPS y el Ministerio Público, de manera a que, en caso de que la previsional no posea determinado medicamento, pueda recurrir a la ayuda de la cartera sanitaria. “Se recurre a esta comunicación ante emergencias, para salvar la vida de un paciente que se encuentra en peligro”.
Además, la directora enfatizó el hecho de que el IPS debería poder adquirir este medicamento en caso de no poseerlo en stock, ya que ante casos de emergencias es necesario.
Recurrimos al doctor Juan Pablo Servín, especialista en ginecología, que explicó que a los médicos “no les compete” la regulación de los medicamentos, pues eso corresponde a las reglamentaciones farmacéuticas del Ministerio de Salud.
Aseguró que existen farmacias donde se vende Cytotec con receta médica, pero cuando le cuestionamos si nos estaba sugiriendo que la paciente debería comprar el medicamento en forma ilegal, no supo darnos una respuesta concreta.
Al insistirle qué podía hacer una paciente en la situación relatada, señaló que se debía “esperar” a que el IPS vuelva a tener el medicamento en stock, y que “no era un caso urgente”, siempre y cuando no existiera sangrado.
Cuando le inquirimos que la paciente sí se encuentra con hemorragia, nuevamente no supo brindarnos una respuesta, y se excusó diciendo que no conocía el caso particular de la paciente, por lo que no podía ayudarnos con mayores datos.
