Reglamento antideforestación de la UE se prorroga, pero las dudas persisten

Reglamento antideforestación de la UE se prorroga, pero las dudas persisten
Reglamento antideforestación de la UE se prorroga, pero las dudas persistenDarcyMaulsby

El sector agropecuario paraguayo respira con cautela tras la reciente prórroga de la aplicación del controvertido Reglamento 1115 de la Unión Europea (UE), también conocido como la Ley Antideforestación. Esta normativa, que busca prohibir la compra de productos ligados a la deforestación posterior al 31 de diciembre de 2020, ahora entrará en vigencia para grandes empresas a finales de 2026 y para micro/pequeñas empresas a mediados de 2027.

ABC Rural conversó con Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), para analizar el impacto de esta medida, los desafíos que enfrentan los productores y los diálogos con la contraparte.

“Hubo conversaciones, enviamos un cuestionario de 14 preguntas, 6 respondieron, 8 quedaron en proceso. En abril de este año fue una delegación técnica y se reunieron con representantes de UE, se habló, pero la ley no se negocia. En una aclaratoria para Paraguay, dijeron que no van a exigir los títulos de propiedad a los productores, solo el georreferenciamiento, pero el resto sigue igual; el problema sigue siendo la segregación”, comentó Cristaldo.

“Crónica de una muerte anunciada”

Cristaldo fue tajante al describir la situación: “Creo que es la crónica de una muerte anunciada. Ellos mismos (la UE) tienen problemas para poder aplicar su reglamento, primeramente sin rigor científico y tampoco en la aplicación operativa”.

El líder gremial sostiene que la propia UE no puede cumplir con sus exigencias, argumentando que su sistema informático “no aguanta” y que las cadenas internas europeas también reconocen su incapacidad para cumplir la normativa.

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En este sentido, Cristaldo cataloga al reglamento como una “traba comercial disfrazada de preocupación ambiental”, que vulnera los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Prórroga: Un escenario de calma, no de solución

La prórroga genera una “tranquilidad temporal”, asegurando que no habrá problemas con la zafra actual (2025/2026). Sin embargo, la fecha límite se acerca: a partir de enero de 2027, todo aquel que desee vender a Europa deberá cumplir con las exigencias.

La UGP ya cuenta con un programa listo para la identificación de soja que podría enviarse al mercado europeo, así como una plataforma informática para la trazabilidad en cada etapa. “Digamos que esta prórroga genera un escenario de tranquilidad, y que no habrá problemas con la zafra actual (2025/2026), pero estamos preparados para atender con nuestro programa a todos los que se quieran inscribir”.

El nudo: la segregación

Si bien temas como las leyes o la deforestación no son el principal problema para Paraguay, el verdadero cuello de botella es la exigencia del 100% de segregación de los granos. Esto implica separar esencialmente los granos provenientes de zonas deforestadas de los no deforestadas.

Para Cristaldo, con la infraestructura actual de movilidad, silos y logística, la segregación física es “algo insalvable, es prácticamente imposible”. La UGP había propuesto una segregación “por masa y no física” para mitigar esta traba. Este problema persiste, incluso después de que la UE aclarara que solo exigirá el georreferenciamiento a los productores, no los títulos de propiedad.

Criterio político o hipocresía ambiental

Cristaldo también criticó la clasificación de Paraguay en la categoría de “riesgo medio” de deforestación, la cual, según él, fue impuesta a “casi todos los países”.

La UGP cuestiona la base de la clasificación de riesgo:

- Riesgo Alto: Para países con los que la UE no opera comercialmente.

- Riesgo Bajo: Asignado “llamativamente” a países como China, Estados Unidos y la propia Comunidad Europea, a pesar de que estos son los que más gases de efecto invernadero (GEI) emiten a nivel mundial.

Paraguay, por ejemplo, emite el 0,06% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. China emite el 32%, EE.UU. 14% y la Unión Europea 7,7%. “Esto demuestra que las decisiones se toman con criterio político. Realmente hay mucha hipocresía en todo esto”, sentenció Cristaldo.

Golpe al bolsillo del productor

El presidente de la UGP lamentó que, al final, todos los costos de esta regulación terminarán repercutiendo en el bolsillo del productor.

La recomendación principal a los productores es la prudencia: informarse bien sobre los compromisos de los contratos y, en caso de duda, consultar con gremios, cooperativas o asociaciones.

Finalmente, Cristaldo aconsejó al sector no distraerse con el bajo porcentaje de las exportaciones que van a la UE (aproximadamente un 4%) y centrar esfuerzos en la búsqueda de nuevos mercados.