*****
El exlíder de Añetete en el Senado dijo que a Marito le rodea un grupito que le llena de cosas la cabeza. Y en contrapartida, Abdo repele a las personas críticas y que cuestionan las decisiones del Ejecutivo.
*****
Lejos de aceptar las críticas, el jefe de Estado se mantiene en su terca postura de no dar el brazo a torcer, pese a que se le cayó la economía nacional con el altísimo endeudamiento.
*****
El país retrocedió como mínimo diez años en apenas cuatro meses. A esto se le agregan desempleo en el sector privado, cero interés en achicar el Estado porque quieren mantener la clientela política, año escolar perdido, falta de plan concreto para compatriotas que retornan del exterior.
*****
Encima se detectó un feroz daño patrimonial al Estado con las compras de insumos sanitarios al inicio de la pandemia del covid-19. Sin embargo, no hubo un cambio de timón. Es más, la comisión que armó el Ejecutivo con bombos y platillos concluyó que no hubo naada.
*****
Obviamente el senador “Trato Apu’a” le defendió a Marito. Cien millone$ de razones tiene porque su esposa gana un salario galáctico en Itaipú. Así cualquiera.
*****
Tan risible es el argumento de “Beto” Ovelar al justificar el pacto entre Marito y Cartes. Hasta le usó al pobre Otto von Bismarck para decir que los opositores fueron había sido los que le obligaron a Abdo a confundirse en un “abrazo republicano”.
*****
Anteriormente le había comparado a Marito con Jesús. En realidad hizo “milagro$” con Magnolia.
*****
Este Marito ya no tiene vergüenza. Para justificar lo que le manda hacer el “patrao”, dice que la visita de Mauricio Macri estuvo dentro del protocolo establecido para la pandemia. Probablemente tiene razón, ya que su Gobierno aprobó un protocolo “ad hoc” cuatro días antes de esta visita, probablemente dictado por... ¿quien? Adivina adivinador.
*****
Lo que Marito no explica es por qué su Gobierno permite que Macri, proveniente de un país con mucha prevalencia del covid-19, venga a pasearse sin exigírsele las restricciones que deben cumplir los paraguayos, pero que, a su vuelta a la Argentina desde un país con muchos menos enfermos, tenga que someterse a la cuarentena, como debe ser. Gran poder del “patrao”.
*****
En cambio, en Argentina, los paraguayos que quieren retornar cumplen con los rigores sanitarios.
