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Ahora el Senado ya se “contagió” con el “virus” de los diputados y comienzan también a autoprotegerse en sus bancas. Imagínense: tenían a dos legisladores presos y ni aún así trataban una pérdida de investidura.
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Ayer recuperó su libertad el “pezoka” Ulises Quitana (ANR, Añetete) y ahora se apresta a recuperar su banca, ocupada temporalmente por la cartista Rocío Abed, esposa de Justo Zacarías Irún.
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Vamos a ver si Ulises se queda en Añetete o migra al “Nuevo Rumbo” como lo están haciendo vaaarios. $iempre por convicción, por supuesto.
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Quintana le había reclamado en red social a Mario Abdo su ingratitud.
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Finalmente ayer le dieron una “soberana patada” a Dany Durand. Ya era insostenible su presencia. Ñandeco su único error fue enviar un whatsapp equivocado a unos diputados.
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En realidad, antes de enviar los mensajes ya tenía que estar afuera, pero el detonante fue “tocarle la oreja” a “Bachi” Núñez, protegido de Achecé.
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Anda muy lenta la Justicia para castigar a los cartistas como el condenado Víctor Bogado, pero rápida para favorecer a los del “Nuevo Rumbo”. Ahí está el caso del juez Elio Ovelar, quien a tambor batiente puso fecha al juicio oral de la querella sin sentido de la exviceministra del Gobierno de Cartes, Marta González, con un periodista y la directora de ABC.
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La ciudadanía debe estar atenta porque en cualquier momento aplicarán una censura a la prensa.
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Mientras los clanes políticos solo piensan en perpetuarse en el poder, están aprobando cada vez más deudas. El altísimo déficit que tenemos acumula peso a la mochila de los contribuyentes.
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¿Hasta cuándo tendremos que aguantar estas cosas? Está visto que a la mayoría de los legisladores les importa un comino el bienestar de los habitantes. Solo se preocupan de sus cargos y de su clientela.
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Había sido que el gobernador de Boquerón Darío Medina (ultracartista) no solo recibe órdenes de su “único líder” sino también del exfiscal general Díaz Verón. Le ladró a una periodista de ABC cuando le hizo notar “el tráfico de influencias”. La gente tiene que saber que de capataz de estancia le hicieron ascender a gobernador a “Míster Sí”.