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Y lo peor del caso es que nuestras autoridades siempre están dispuestas a conceder los deseos hidroeléctricos del vecino país. Pero lo bueno es que siempre hay patriotas que denuncian públicamente lo que se quiere “cocinar” entre cuatro paredes.
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Si no fuera por Pedro Ferreira, el ingeniero Cáceres, otros expertos y el respaldo de la ciudadanía, el acuerdo entreguista en el 2019 con un tal “Joselo” como cabeza visible se iba a consumar.
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¿Qué pasa con la directora jurídica de Itaipú Magnolia Mendoza, la pareja del senador neocartista “Beto” Ovelar? Gana cerca de G. 100 millones mensuales y no es capaz de abrir la boca para defender los intereses paraguayos en la binacional.
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¿O no entiende la materia o no quiere enfrentarle al Brasil? Ambas cosas son graves. Pero para ser apoderada colorada sí que está en primera fila como sus parientes cobrando altos salarios en los entes.
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Lo que nadie entiende es: ¿Por qué Marito le sigue manteniendo en el cargo? ¿Qué más le sigue debiendo políticamente a “Beto”? Encima se alejó de Añetete y cruzó el “río Rubicón”.
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A propósito, “Beto” siempre insinuaba que el colorado que pasa al cartismo es por algo nomá$. ¿Se aplicará a su caso?
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A cara descubierta la clase política está a punto de ubicar a uno de sus integrantes en la Corte Suprema de Justicia. Antes intentaban disimular con abogados “ahijados” en la función pública o con “profesores doctores” de estudios jurídicos.
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De la “torcida” terna conformada por el Consejo, el senador Víctor Ríos (PLRA) parte con ventaja porque jugará de local. Será la Cámara Alta la que vote el nombre y obviamente tiene el respaldo de la mayoría de sus colegas.
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Y así de a poco los “padrinos” políticos van absorbiendo la institucionalidad de la República para beneficios personales o sectoriales. ¡Lamentable!