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Apenas salió a la luz pública el caso, la bancada oficialista de Diputados salió a despegarse del legislador exigiéndole incluso su renuncia.
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Según cuentan, en la reunión de bancada Ozorio pidió a sus colegas que no apoyen su expulsión buscando permanecer en el cargo.
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Igualmente sus colegas ya adelantaron que es indefendible y que si hoy se presenta un pedido de expulsión, todos acompañarían.
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Ozorio logró una banca con el patrocinio del “Patrão” y en poco tiempo se pasó a la bancada independiente que comandaba Ar-Arnaldo, para luego formar parte del oficialismo.
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Los cartistas condenaron a través de las redes sociales a Ozorio. Sin embargo, minimizaron el supuesto vínculo de “Erico” con un cercano del presunto pastor narcotraficante y el exjugador, ambos objetivos del operativo “A Ultranza Py”.
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Para tratar de bloquear todo lo que pueden, los soldados del “Patrão” están ofreciendo cargos a diestra y siniestra en Diputados con tal de asegurar impunidad para Quiñónez.
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Buscan mandar el archivo el juicio a “Sanra” y asegurar la presidencia de Diputados.
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De ambos lados hay sobrados intereses, porque si no fuese por las internas la operación “Cigatriz” seguiría campante. Y pensar que en otros tiempos salvaron cartistas y oficialistas de una expulsión a Ulises. ¡Lamentable!
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Mas caradura no puede ser Brunetti. Salió a decir en la presentación de su precandidatura a la vicepresidencia que su gestión fue eficiente y transparente. Si claro... tan eficiente que después de dos años de vuelta a clases miles de niños encontraron sus aulas en pésimo estado.
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Lo que queda claro es que Brunetti ya nomás tiene que renunciar al cargo. ¡No está administrando un almacén! Debería dar un paso al costado y dejar de utilizar el ministerio para sacar provecho particular a costa de la educación de los estudiantes del país.