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Evidentemente le descolocó la jugada del expresidente al “quincho”. Esperaban que no pida su desafuero para acusarle de esconderse detrás de su inmunidad.
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Los “pupitres chinos” –no taiwaneses– le están poniendo patas arriba al vicepresidente Pedro Alliana. Quieren dar la sensación de que gua’u están refutando las denuncias pero todo lo contrario: Confirman que a dedo le eligieron a esta firma de edredones.
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Hasta una entrevista periodística bien perifonera presentaron en sala de sesiones de Diputados para tratar de convencernos de que no hay “cometa” asiática.
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¿Por qué no le preguntan al ministro de Industria, Javier Giménez, su opinión, quien dijo que prefiere la industria nacional? Recurrieron al hermano del lanzador de jabalina.
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Ahora el ministro Giménez como miembro del Consejo de Itaipú debe explicarle a la ciudadanía cuál fue su opinión en la reunión de la binacional cuando se trataron los “pupitres chinos”. ¿Cómo fue la votación en ese Consejo? ¿Quiénes estuvieron a favor de la industria nacional y quiénes no?
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Ahora que la industria nacional y la ciudadanía protestan, Giménez sale gua’u a expresar su desacuerdo. Debe demostrar que su ministerio defiende la industria paraguaya en licitaciones millonarias como la de Itaipú.
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Encima, le daremos US$ 32 millones a un personaje con dudosa identidad. Gramont Berres es un poroto.
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No podés apagar un incendio con gasolina como lo hizo Alejandro Domínguez. Usó el ejemplo de Tarzán y Chita para referirse a la posible salida de los brasileños de la Conmebol. Pésima comparación.
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Habiendo tantos ejemplos: Batman y Robin, Lennon & McCartney, Erasmo y Roberto Carlos, Tom y Jerry, se le ocurre hablar de Chita. ¡Qué lamentable!
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Dicen que el horno no está para chipas en el Indert. Francisquín está a punto de ser rajado. ¿Será?
