Cada vez que alguno de nosotros se escuda en el argumento de que el gobierno nos robó para buscar excusas y no protegerse ni proteger a los demás, no usar mascarillas, no hacer distanciamiento social y no hacer cuarentena, me acuerdo inevitablemente de esta anécdota. Estamos entrando de lleno en la tormenta del covid-19, y a partir de aquí, cada uno es responsable del protocolo de seguridad y de prevención que tenga o implemente. A partir de aquí, cada uno es responsable de la sensatez que tenga para hacer lo que deba hacer, para reducir o acrecentar las probabilidades de enfermarnos. Cada uno es responsable de las medidas sanitarias que adopte o no adopte, de los asados que organice, los cumpleaños que festeje y los hacinamientos de los que participe.
La calidad de la vida que estamos viviendo es responsabilidad de los contagios que podamos controlar para proteger a nuestros familiares y amigos que están en riesgo. Ya todos sabemos que nos han robado, que no abunda lo prometido, entonces, más que nunca cada uno es responsable de la salud o la enfermedad que podamos ir contagiando. Estamos en un punto donde los únicos idiotas somos nosotros porque, encima de que nos han robado, lo usamos como excusa para no cuidarnos… Somos doblemente perdedores.
Quizá no haga falta recordarlo pero es altamente probable que, encima de que nos han robado, estas aves de rapiña tendrán más probabilidades de usar sus contactos con el poder para conseguirse una cama libre en terapia intensiva de algún hospital público, o pagar las facturas de un privado. Es terrible lo que nos hicieron pero a esta altura no solo es de ignorantes no cuidarnos porque ellos nos robaron, es además, muy peligroso. Usar miserabilidades ajenas para no cumplir nuestras propias responsabilidades no es de inteligentes. Los corruptos seguirán corruptos y quizá seguirán vivos; si nosotros no nos cuidamos, seguiremos el mismo irremediable camino que emprendemos en cada año electoral cuando hacemos malas elecciones y los castigados somos nosotros y ellos los avivados.
Podemos elegir cómo pasaremos el resto de los días, semanas o meses de cuarentena inteligente que vendrán; si los emplearemos para protegernos activamente o seguiremos buscando excusas para no hacerlo repitiendo solamente lo mucho que nos robaron. Usar la corrupción como excusa para no cuidarnos, no lavarnos las manos, no usar alcohol, no practicar distancia social y tratar de reducir nuestros potenciales contagios es de un cretinismo sin nombre. No solamente les damos el poder de usarnos de financistas de sus derroches, también les estamos dando autoridad sobre nuestras vidas, nuestra inteligencia y nuestro derecho a decidir cómo queremos cuidarnos y qué hacer para seguir viviendo.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Sí mi cuate, nos robaron, pero no serán ellos los que morirán si nosotros no nos cuidamos.