No es nuevo que a Paraguay se lo asocie como país relacionado al tema de la marihuana como productor o de la cocaína como acopiador o tránsito.
El pasado miércoles se informó de la incautación de 23 toneladas de cocaína en Europa, de las cuales 16, provenientes de Paraguay fueron confiscadas en el puerto de Hamburgo, Alemania y otras siete que partieron de Colombia fueron halladas en Amberes, Bélgica.
El mismo día la Policía Nacional incautó 1.344 kilos de cocaína en la zona conocida como Agua Dulce, Chaco. Y para cerrar la semana, el jueves en Costa de Marfil, se informó de la incautación de 1056 kilos de cocaína en el puerto de Abiyan. La carga estaba escondida en contenedores que también partieron de Paraguay.
Es decir en una sola semana, a nuestro país se lo relacionó en el mundo con el tráfico de casi 26 mil kilos de cocaína.
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En el caso del hallazgo en Europa, a los investigadores paraguayos, si bien tienen sospechas, les cuesta determinar quiénes son los responsables del envío de esta mercadería.
Sobre lo de Costa de Marfil, las autoridades antidrogas señalaron que se trata de una carga contaminada, es decir cargada por el camino. La afirmación es un adelanto de que no se va a investigar nada al respecto.
En tanto que en el caso del Chaco, el importante hallazgo solo llega a los operarios, pero no a los dueños de la carga que era objeto de tráfico.
El problema de fondo está en que no se determina, no se puede o hasta no se quiere determinar quienes están al frente de la estructura del narcotráfico.
Esa estructura es poderosa, mueve miles de millones de dólares y es capaz de sacar de circulación a cualquiera que deba indagar a fondo estos negocios.
Son pocos los pesos pesados que caen. Contado con los dedos probablemente.
En el caso de la cocaína hallada el año pasado en un puerto privado de Villeta –un total de 2.906 kilos– que iba a ser traficada a Europa en contenedores de carbón vegetal, solo hay dos detenidos, de los cuales no se tiene referencia que puedan estar liderando una estructura del narcotráfico.
A esta altura llama al atención como los controles son tan vulnerables, El hallazgo de carbón vegetal debió ser un freno para el tráfico, vía fluvial, desde Paraguay. Sin embargo, el 21 de enero se incautaron en España de 2.065 kilos de cocaína. La droga también partió de Paraguay y estaba oculta en bolsa de carbón.
En el caso del operativo del Chaco se halló una tonelada y media de cocaína pero la información que se maneja es que hasta cuatro aviones bajaban por día en la estancia intervenida.
Esto equivale a que pese a que se aplican importantes golpes al narcotráfico no se desarticula la estructura conformada, ya que seguramente en las previsiones de los grupos criminales se establece un marco de pérdida de determinada cantidad de droga.
En medio de esto llamó la atención el mensaje de la felicitación de Joe Salazar, encargado de Negocios de los Estados Unidos a la fiscalía Paraguaya por los operativos realizados en Europa. No pasó desapercibido que en el reconocimiento, el alto diplomático no mencionó a la Senad ni a la Policía Nacional, ni mucho menos a Aduanas. O el representante de USA simplemente quiso dar un respaldo al Ministerio Público o esto fue un reproche a las instituciones de seguridad del Gobierno porque la droga entra y sale como si nada de nuestro país.