La auténtica Perla del Sur no ha parado de crecer desde que llegó el asfaltado de la Ruta PY04 Gral. Díaz, que une San Ignacio Misiones con Pilar. Desde aquella vez la ciudad ha sufrido profundos cambios y tiene grandes restaurantes y hoteles.
Con ello también llegaron más personas a trabajar y a vivir en esta zona del país, lo que duplicó la cantidad de habitantes. Aparecieron también las empresas fabricantes de motos y de hecho por una cuestión práctica y de comodidad la gente compra sin tener en cuenta el riesgo que acarrea manejar sin antes hacer un estudio o práctica de manejo. Suben al biciclo, arrancan y se van, sin siquiera tener un mínimo de conocimiento de educación vial. El motociclista que por mucho tiempo estuvo acostumbrado a manejar la bicicleta piensa que andar en moto es la misma cosa. En la ciudad los motociclistas y los mismos conductores de automóviles y de camionetas no respetan las reglas de tránsito.
Cruzan la bocacalle sin haber frenado y sin mirar a los costados, no respetan la luz roja del semáforo y tampoco al automovilista que prendió el señalero y está a punto de girar; el motociclista no frena, no cede el espacio y cree que él tiene la prioridad en todo.
Esta es la razón por la cual a diario ocurren los accidentes tránsitos, personas muy jóvenes quedan mutiladas o parapléjicas y quienes lograron recuperarse quedan con secuelas.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Hay un factor común que la gente debe entender y conocer y se llama conciencia. Pero también las autoridades municipales deben tomar cartas en el asunto. Deben habilitar una escuela de conducción en donde el futuro chofer o piloto de un automóvil o de motocicleta, debe aprender todos los reglamentos de tránsito y una vez aprobado entregarle el registro.
Si el municipio quiere evitar más accidentes de tránsito, primero debe enseñar a los ciudadanos sobre la importancia de la educación vial, la ley de tránsito y luego aplicar las multas a aquellos que violan y que incumplen con la normativa; de lo contrario, seguirán el luto y el llanto en las familias por cada accidente que ocurre.